Un equipo liderado por Julie Huber, del Laboratorio Biológico Marino (MBL, por sus siglas en inglés), ha aportado nuevos detalles acerca de cómo es la vida bajo el fondo del océano Atlántico. En su reciente estudio publicado en la revista ‘Scientific Reports’ los científicos ofrecen la primera descripción de una comunidad microbiana activa hallada en la corteza oceánica de North Pond (‘Laguna del Norte’), un aislado estanque de sedimentación en el flanco oeste de la dorsal Mesoatlántica.
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Las muestras fueron obtenidas en 2012 en el marco del Programa Internacional para el Descubrimiento del Océano (IODP, por sus siglas en inglés) desde una profundidad de 50 a 250 metros bajo del fondo marino, bajo 4,5 kilómetros del agua. Las mismas eran oxigenadas, heterogéneas y distintas de las que fueron halladas en el agua en el fondo del océano.
“El acuífero frío de la corteza es un entorno diferente, y es importante no solo por lo que concierne a la vida, sino también en términos de los ciclos biogeoquímicos”, sostuvo Huber. “Recién empezamos a descubrir cómo transcurren las cosas allí”, añadió.
Fuente: RT