Las vitrinas del Club Veracruz fueron desempolvadas esta noche para que un nuevo trofeo tomara un lugar, tras poco más de seis décadas y media de una intensa sequía de títulos.
A partir de hoy la Copa MX lucirá en la galería de los Tiburones Rojos, que pese a que les costó trabajo, no desaprovecharon el marco, el entorno y la jerarquía de equipo de Primera División, para imponerse 3-1 al Necaxa, y así levantar una copa, algo que no hacía este equipo desde 1950.
No fue el mejor partido de la escuadra dirigida por Carlos Reinoso, sin embargo el poco futbol que desplegó en la cancha le alcanzó para definir el partido en tres pelotas paradas y tres remates de cabeza, que hundieron al conjunto de Aguascalientes que hasta el minuto 53 se había hecho respetar en el terreno de juego.
Apenas iniciado el segundos tiempo, Hugo Cid abrió el marcador para encender las gradas del “Pirata” Fuente, que fueron perdiendo intensidad durante los primeros 45 minutos.
Pero duró poco la algarabía, pues la visita emparejó los cartones cinco minutos después, gracias a un remate de Jorge Sánchez, a pase de Óscar Fernández.
La preocupación y el nerviosismo eran evidentes en el campo y en las gradas. Y no se esfumó hasta que Julio Furch, en un tiro de esquina y una jugada de pizarrón, marcó el segundo de la noche al minuto 57 para darle mayor tranquilidad a los locales.
Sin tanta presión y con los ánimos desbordados, Rodrigo Noya se apareció dentro del área y con un remate de cabeza, en otro tiro libre, puso el 3-1 en el electrónico.
Ya en la recta final del duelo volvió a aparecer Furch para decretar el marcador y sentenciar la serie. Fue entonces que los más de 28 mil aficionados en el Estadio Luis “Pirata” Fuente comenzaron a saborearse el título, un campeonato que tardó más de seis y media décadas en llegar al puerto.