Con el “Me gusta”, Facebook recopila datos sobre sus usuarios a los que ellos mismos no pueden acceder. Irónicamente, el botón que puedes encontrar en miles de páginas web está basado en un estándar, el RDFa, con el que se buscaba que las redes sociales fueran más abiertas.
Un clic que ha cambiado muchas vidas. Mide la repercusión de un ‘post’ o el ego de una persona y, desde hace unos meses, también la tristeza que nos produce una noticia o la risa que nos provoca un meme. Nos referimos al ‘Me gusta’ de Facebook, un botón que ha traspasado fronteras cibernéticas y ha conocido los mismos usos que el ‘fav’ (perdón, que el ‘love’) de Twitter.
La historia de este ‘like’ es larga y no comienza en las oficinas centrales de la empresa de Mark Zuckerberg. Nace cuando la gente empieza a preocuparse por saber la opinión de los demás de forma rápida, pero de eso hablaremos más adelante. Primero, un nombre propio: David Recordon.
En 2005, Recordon fue, junto a Brad Fitzpatrick, el autor de ‘Reflexiones sobre elSocial Graph’, una especie de manifiesto sobre el grafo social, el concepto que explica los vínculos que nos unen con otros usuarios en las redes sociales. En ese momento, ambos pertenecían al World Wide Web Consortium (W3C), una entidad que trabaja en la búsqueda de estándares presidida por Tim Berners-Lee, el padre de las tres uves dobles.
Al mismo tiempo, Orkut, la red social que marcó una época en Brasil, caía en Irán bloqueada por el Gobierno. El W3C se dio cuenta entonces de la necesidad de que surgiera una nueva red social con estándares abiertos. Recordon y Fitzpatrick apoyaron esta idea, ya que pensaban que los datos sociales no podían quedar en manos de cualquier empresa. El manifiesto de Recordon y Fitzpatrick destacaba que estos tenían que ser compartidos mediante un ‘software’ libre y sin ánimo de lucro.
Mientras todo esto sucedía, Facebook contrataba a Recordon. Según contó Harry Halpin, miembro del W3C, en la organización creían que era el momento idóneo para que la red social de Mark Zuckerberg apostara por los estándares abiertos, y eso podía suceder gracias a la mediación del nuevo fichaje.
Pero Recordon estaba a otros asuntos. Trabajaba para crear una especie de metadato que distinguiera las páginas relacionados con una película o un libro. Tal y como cuenta Halpin a HojaDeRouter.com, Recordon pidió consejo a sus antiguos compañeros. No les dijo exactamente lo que estaba haciendo, pero sí que necesitaba cierta ayuda. Quería “añadir algo a las páginas web, de un modo estructural”, para que se supiera que esas webs versaban sobre una película o un libro. “Nos preguntó a todos y le dijimos: ‘David, creemos que la solución a tu problema es este estándar abierto llamado RDFa’”. David estuvo de acuerdo.
Pero, ¿qué es el RDFa? Tal y como explica Halpin, lo que hace un botón de ‘Me gusta’ es añadir metadatos a una página (por ejemplo, a cuánta gente le gusta la web de una película?. Era deseo de Tim Berners-Lee, el padre de la Web, “crear un estándar para que la gente pudiera poner metadatos en las páginas”, dando lugar a lo que se conoce como web semántica. El estándar que nació para ello se llama RDFa, y es el mismo que usó Facebook para su Open Graph Protocol (que, irónicamente, no es un protocolo ni está abierto).
Facebook implementó el ‘Me gusta’ el 9 de febrero de 2009, año y medio después de que lo hiciera FriendFeed. Apenas un mes después del lanzamiento, Recordon decía que para finales de ese año “Facebook se convertirá en la red social más abierta”. Al año siguiente llegaría el botón para integrar los ‘likes’ en otras páginas, el proyecto para el que Recordon fue contratado y para el que pidió consejo a sus amigos.
Sin embargo, ya en aquel entonces los medios tecnológicos criticaron que los usuarios no pudieran consultar los datos recopilados. Algunos, por ejemplo, criticaban que “Facebook parece ser el único depósito de datos en esta ecuación […] Los editores y usuarios no deciden dónde se almacenan los datos. Van a Facebook y solo a Facebook”.
La red social dispone así de gran cantidad de información sobre nosotros y nuestras preferencias. Por tanto, y a pesar de tener a uno de los suyos en las filas del gigante (Recordon fue hasta marzo de 2015 jefe de ingenieros), el W3C se quedó sin su red social de código abierto y Facebook comenzó a utilizar una herramienta poderosísima para recopilar datos personales.
A pesar de que ese estándar abierto se terminó usando para algo cerrado, Halpin alaba la creación de su excompañero: “El botón de ‘Me gusta’ fue muy interesante porque usaba estándares abiertos de un modo muy inteligente para hacer algo que los diseñadores originales no imaginaron”, explica. Eso sí, “no teníamos ni idea de lo que Dave estaba haciendo. Estábamos muy felices de ver que el botón ‘Me gusta’ estaba usando estándares abiertos, pero, como gente que estaba centrada en construir redes sociales abiertas, en descentralizar redes sociales, nos sorprendimos de que nuestros estándares abiertos pudieran usarse para centralizar los datos de los usuarios de Facebook aún más. Es irónico”.
Sin Embargo