Las fuerzas del régimen israelí destruyeron el martes por 97ª vez una aldea palestina en el desierto de Néguev, en el sur de los territorios ocupados de Cisjordania.
La fuerzas policiales del régimen israelí atacaron a la comunidad beduina antes de introducir dos excavadoras que llevaron a cabo la demolición, según testigos que relataron los hechos a la agencia de noticias Ma’an.
La comunidad beduina de la aldea de Al-Araqib, de 700 habitantes, no es reconocida por parte del régimen de Tel Aviv, por lo que ha demolido la aldea en reiteradas ocasiones desde 2010.
Se estima que unos 110 beduinos viven en la comunidad y con frecuencia son blanco de la política represiva del régimen israelí, que pretende forzarlos a abandonar la zona.
Un lugareño llamado Aziz al-Tawri relató a Ma’an que, tras la demolición del martes, las autoridades israelíes exigieron a la comunidad beduina que abandone el aérea y les advirtió de que si se quedan recibirán una multa diaria de 50 000 NIS, unidad monetaria de Israel (equivalente a 13.25 dólares) por cada día que permanezcan en su propia tierra.
La política de destrucción de pueblos del régimen de Tel Aviv persigue dejar libres las tierras para asentamientos ilegales de colonos.
La construcción de colonias, según las Naciones Unidas de las ONU y la mayoría de los países, es totalmente ilegal, porque el régimen israelí se apropió de dichos territorios en la guerra de 1967 y están, por lo tanto, sujetos a los Convenios de Ginebra, que prohíben construir en territorios bajo ocupación.
HispanTV