Además de ser el primer partido abiertamente identificado con la religión evangélica, el Partido Encuentro Social (PES) ganará ahora espacios al ser el nuevo aliado del PRI.
La alianza de ambos partidos es, primero, en el Congreso de la Unión. En la Cámara de Diputados, sus ocho legisladores ayudan al PRI a tener mayoría de votos cuando se dan votaciones divididas.
El acercamiento también ocurre en lo electoral. Para este año, el PES irá junto al PRI en la búsqueda de las gubernaturas de Oaxaca y Puebla.
Trabaja ahora en la alianza con el tricolor porque, en el pasado, otros pactos no le fueron favorables.
En el 2015, el PES apoyó al independiente Jaime Rodríguez Calderón para llegar a la gubernatura. Sin embargo, al ganar los comicios, “El Bronco” cerró las puertas a los militantes de ese partido.
Quienes quisieron quedarse con un cargo que les fue ofrecido, tuvieron que renunciar a su militancia.
La cercanía del PES con el PRI no se ha dado por generación espontánea. Varios antecedentes explican el acercamiento.
Primero, en sus filas milita Alejandro González Murillo, sobrino de Jesús Murillo Karam, exprocurador general de la República y exgobernador de Hidalgo, estado de donde es originario González y donde el PES ha tenido su mayor crecimiento.
Además, el presidente del PES, Hugo Eric Flores, fue sancionado por la Secretaría de la Función Pública cuando era oficial mayor de la Semarnat, en el gobierno del panista Felipe Calderón.
Así, el PES ha dejado ver que se ha unido al PVEM y a Nueva Alianza como aliado del PRI, a quien podría aportarle muchos votos y apoyos por tener una estructura en algunas comunidades evangélicas de todo el país.
El voto decisivo
Faltaban algunos días para su toma de protesta como diputados federales, cuando los nuevos legisladores del recién creado Partido Encuentro Social entraban a la Residencia Oficial de Los Pinos para encontrarse con el presidente Enrique Peña Nieto.
Era 26 de agosto del 2015 y la imagen quedaría plasmada para siempre.
Los diputados Alejandro González Murillo –quien los coordina-; Hugo Eric Flores Cervantes –quien también dirige el partido-; José Alfredo Ferreiro Velazco; Gonzalo Guízar Valladares; Norma Edith Martínez Guzmán; Ana Guadalupe Perea Santos; Ricardo Quintanilla Lean, y Melissa Torres Sandoval posaron, sonrientes, para la foto con el primer mandatario.
En el 2015, antes de que comenzaran los trabajos de la LXIII Legislatura, el presidente Peña Nieto solo se reunió con las bancadas del PRI, el PVEM, Nueva Alianza y el PES. Los demás fueron excluidos.
Desde su llegada a la Cámara de Diputados, el PES se ha unido al bloque que el PRI ha construido con el PVEM y Nueva Alianza.
Juntas, las cuatro bancadas alcanzan un total de 269 votos, el 53.8 por ciento de la votación.
Y aunque en votaciones del pleno la alianza no ha sido tan visible debido a que a veces confluyen con el PAN y el PRD, en una comisión en específico esta unión ha sido provechosa para el PRI y el Gobierno Federal.
Se trata de la Comisión Especial del caso Ayotzinapa, conformada por dos diputados de cada bancada pero donde el acompañamiento del PES ha sido determinante.
En febrero pasado, por ejemplo, la Comisión se aprestaba a votar el formato de la reunión que sostendrían los legisladores con militares del 27 Batallón del Ejército Mexicano para hablar sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Aunque las negociaciones con el Ejército iban ya avanzadas, en la reunión final antes del encuentro, el diputado del PVEM Arturo Álvarez Angli –a quien sus compañeros acusaron de no haber asistido antes a las reuniones de la Comisión- llegó con un acuerdo para decir que no era necesario reunirse con los militares.
Con los votos del PRI, el PVEM, Nueva Alianza y el PES, el acuerdo fue aprobado, lo que echó por tierra la reunión con los soldados.
La votación en bloque de los cuatro partidos permitió también que hace unos días, la Comisión Especial de Ayotzinapa rechazara un punto de acuerdo para que la Cámara de Diputados respaldara la presencia en México del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
La alianza de votos en la Cámara de Diputados ha sido reconocida, incluso, por el propio coordinador de la bancada del PRI, César Camacho, quien en diciembre pasado declaró abiertamente tener “entendimientos” con otras tres bancadas –PVEM, Nueva Alianza, PES-.
“El PRI ha construido una alianza con un partido con el que hemos ido juntos, incluso en las elecciones: el Partido Verde, con el cual sumamos 250 votos. Y sin tener la misma naturaleza, hay compromisos, o entendimientos, que hemos logrado con otros dos partidos, con cuyos votos tendremos caso 270”, dijo Camacho en una convivencia con reporteros.
Juntos en las elecciones
Otra cara de la alianza del PES con el PRI está en la arena electoral.
Para las elecciones de este año, Encuentro Social participa en dos estados junto con el PRI y el PVEM.
En Oaxaca, el PES competirá junto al PRI, el PVEM y Nueva Alianza para impulsar la candidatura de Alejandro Murat.
En Puebla, el PES acompañará al PRI y al PVEM abanderando a su candidata, Blanca Alcalá.
En otros ocho estados –Aguascalientes, Durango, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas-, Encuentro Social postuló a sus propios candidatos.
En las elecciones de Chihuahua e Hidalgo decidió no abanderar a candidato alguno.
Sin embargo, el hecho de que el PES haya decidido competir por su cuenta en ocho entidades no garantiza que se mantendrá así en la contienda.
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