El primer caso probado de una bicicleta mejorada, provista de un motor, se saldó con una suspensión de seis años para la joven belga Femke Van den Driessche, declarada culpable de dopaje tecnológico en los Mundiales de ciclocross del pasado mes de enero.
La corredora belga de 19 años fue asimismo sancionada con una multa de 18,180 euros, y privada de sus títulos, especialmente el campeonato de Europa sub-23, y el campeonato de Bélgica.
Esta decisión se produjo a raíz del descubrimiento de un motor eléctrico “escondido en el interior de una de las bicicletas de la ciclista belga” durante los controles realizados en la carrera de menores de 23 años de los recientes Campeonatos del Mundo de ciclocross, precisó la Unión Ciclista Internacional desde su sede de Aigle, en Suiza.
Este primer caso constatado de dopaje tecnológico’ causó gran revuelo a comienzos de año ya que confirmaba las sospechas más o menos recurrentes desde 2010, dirigidas a Fabian Cancellara. Ninguna prueba pudo aportarse que revelara la trampa del corredor suizo, y los episódicos controles posteriores realizados por la UCI nunca demostraron la menor irregularidad.
Femke Van den Driessche, que debía comparecer el 15 de marzo, renunció a su defensa y anunció poner fin a su carrera deportiva con efecto inmediato.
Información de Agencias