Hasta 2 mil 800 internos federales serán trasladados a otras instituciones a raíz de que los presos se apoderaran de parte de un penal localizado en el sur de Texas, provocando daños que vuelven “inhabitable” el lugar, informó ayer un funcionario.
Ed Ross, vocero del Buró de Cárceles Federales, señaló que los internos que tomaron el control ya “están obedeciendo”, pero que ayer las negociaciones seguían en curso en un intento por que el personal “recuperara el control completo” del Centro Correccional del Condado Willacy.
“La situación no se ha resuelto, pero estamos avanzando hacia una resolución pacífica”, dijo anoche el vocero del FBI, Erik Vasys.
Por el momento no quedó claro el progreso logrado a través de las negociaciones, pero el sheriff Larry Spence dijo que durante al parapeto no se tomaron rehenes y que sólo se reportaron lesiones menores. Spence agregó que los internos “tienen tubos que usan como armas”.
Management & Training Corp. (MTC), el contratista particular que maneja el centro del Buró Federal de Cárceles, dijo que el viernes alrededor de dos mil reos causaron trastornos debido a que se hallaban molestos por los servicios médicos y se negaron a hacer sus deberes laborales.
Issa Arnita, portavoz de MTC, manifestó mediante un comunicado que personal administrativo del penal se reunió el viernes con reos a fin de abordar las inquietudes de éstos, pero que en el centro se ordenó un confinamiento.
Arnita dijo que los internos “violaron” sus unidades de vivienda y que llegaron hasta el patio. El Valley Morning Star reportó llamas en el interior de tres de las 10 unidades de vivienda del penal.
Las autoridades señalaron que no están participando en los disturbios entre 800 y 900 presos más. Los reos a quienes se mantiene en el edificio, el cual se localiza a más de 200 millas de San Antonio en el extremo sur de Texas son descritos como ofensores “de bajo nivel” que en su mayoría son inmigrantes ilegales.
“Los custodios recurrieron a fuerza no letal y a gas lacrimógeno en su intento por controlar a los ofensores rebeldes”, dijo Arnita en el comunicado.
Ninguno de los internos cruzó alguna de las dos barras de seguridad que había en el perímetro, sin haber peligro para el público, agregó.
Agencia AP