“Se equivoca el gobernador de Chihuahua, César Duarte, si piensa que con un aumento salarial a los burócratas de Chihuahua va a lograr etiquetar su voto y estarán obligados a apoyar a su candidato Enrique Serrano; la dignidad y la voluntad de los trabajadores al servicio del Estado no se vende ni se compra, mucho menos con una prestación que por ley estaba obligado a otorgarles desde hace mucho tiempo “, dijo José Luévano Rodríguez.
El dirigente estatal del PAN señaló que ha quedado claro lo tramposo y perverso que es el mandatario estatal, quien a sabiendas de que estamos inmersos en un proceso electoral muy competido, persiste en su ilegal afán de intervenir de cualquier forma posible para intentar favorecer con acciones de gobierno a su candidato.
Sin duda dicho aumento salarial lo merecen los trabajadores del Estado y debió de habérselo entregado desde hace mucho tiempo. Lo incorrecto, es que el gobernador esperó intencionalmente el proceso electoral para de forma discrecional otorgar ese beneficio con evidente propósitos de lucro electoral.
Estamos confiados que ningún trabajador se dejará manipular de esta forma, pues no es un favor político del gobernador sino una obligación patronal que tiene que cumplir. Los derechos y preferencias electorales de los trabajadores seguirá siendo patrimonio de ellos mismos y nadie podrá arrebatárselos.