Los hermanos de la Torre están a un tris de presumir que lo hicieron. Luego de casi un año de sufrimiento para directiva, técnicos, jugadores y, sobre todo, aficionados; hoy la realidad del Rebaño, sin olvidar que están en zona de calificación, es prácticamente de salvación. Con sólo seis puntos más de 15 disponibles, es decir, con dos triunfos en lo que le resta al Clausura 2015, podrán gritar que permanecerán en Primera División sin importar qué hagan sus rivales directos en la lucha por librarse de la quema.
La situación dicta que a Guadalajara le quedan, en el calendario, tres juegos en calidad de local y dos más como visitante. En el estadio Omnilife recibirán a León, América y al peor equipo del certamen: el Morelia. A cambio visitará a Tijuana en el estadio Caliente y a Tigres en el Volcán. Cinco partidos en los que sólo requiere dos triunfos para llegar a 115 puntos en el acumulado de los tres años que se utilizan para la porcentual; cantidad de unidades a los que Puebla podría aspirar, siempre y cuando los camoteros ganen los 15 puntos que les faltan por disputar, pero que les dejaría por debajo de Guadalajara por la diferencia de goles que favorece a los tapatíos.
Puebla es el rival más débil en esta lucha, al menos en lo que a Chivas respecta porque, ni sumando los 15 puntos que restan, el equipo de la franja podría voltear la situación en la tabla porcentual en la que hasta ahora marcha último.
La campaña de Chivas hasta el momento no podría ser mejor. Guadalajara es tercer lugar general con 21 puntos, apenas dos menos que el líder Tijuana. Tiene seis triunfos, tres empates y tres descalabros, y acabar con ocho victorias le aseguraría la salvación y un lugar en la Liguilla, donde la posibilidad del título estaría más cerca que en el último lustro.
No es extraño. El último técnico que pudo llevar al chiverío a levantar un título de Liga fue precisamente José Manuel de la Torre, en el 2006. Una década después, el equipo tapatío tendría una oportunidad latente de empatar al América para recuperar en algo su lugar del equipo más ganador del futbol mexicano.
Lo mejor para el Rebaño es que, al parecer, no sólo se ha rencontrado con el futbol, sino con la fortuna. Nada más ver el final del cotejo ante Atlas, que con penalti de último minuto, parecía un triunfo seguro para los rojinegros, pero el arquero Luis Ernesto Michel detuvo el lanzamiento desde el manchón penal y puso a Chivas a dos triunfos de, al menos en este año futbolístico, salir del panorama más negro de su historia.
Todo gracias a una pareja de hermanos que, como jugadores, dieron grandeza al rebaño y hoy, como directivo y técnico, Néstor y José Manuel de la Torre están a punto de presumir que sacaron al chivito del precipicio.
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