Al menos 220 niñas fueron supuestamente envenenadas ayer con un gas desconocido en un colegio de la provincia de Nimroz, en el sur de Afganistán, en el segundo caso registrado en el país en los últimos tres días, informaron fuentes oficiales.
Las estudiantes, de entre 9 y 16 años, cayeron enfermas esta mañana tras entrar a las aulas de la escuela a la que acuden en la capital provincial, Zaranj, indicó el director regional de Salud Pública, Noor Ahmad Shirzad.
Las jóvenes se quejaron de “dificultad para respirar” y de que les salía agua por los ojos y narices, algunas de ellas se desmayaron y fueron trasladadas al hospital provincial y a una clínica de la zona, reportó el funcionario.
La condición de todas ellas es buena en este momento tras haber recibido primeros auxilios y algunas de ellas han sido dadas de alta”, apuntó Shirzad.
Las primeras investigaciones apuntan a que el envenenamiento fue causado por un gas, si bien todavía se desconoce de cuál se trató.
Hemos hablado con las autoridades para investigar estos casos por completo, qué tipo de gas causó el problema y cuál es realmente el móvil”, afirmó la fuente.
El director de Educación de Nimroz, Abdul Wahid Hekmat, aseveró que el incidente ha sembrado “pánico y miedo” entre las estudiantes, a falta de unas pocas semanas para sus vacaciones anuales.
Estoy seguro de que estos envenenamientos son acciones de grupos armados, que están en contra de la educación femenina. No quieren que nuestras niñas vayan a la escuela”, manifestó un miembro del Consejo Provincial, Abdul Wahid Zawri, al alertar de un aumento en el número de envenenamientos en las últimas semanas.
En uno de los últimos casos, más de 50 alumnas fueron hospitalizadas el pasado sábado después de ser también envenenadas supuestamente con gas en una escuela femenina de la provincia de Takhar (norte).
SOMBRA TALIBÁN
Muchos analistas responsabilizan de las intoxicaciones a los talibanes, pues se han opuesto tradicionalmente a la educación de las niñas y adolescentes y la prohibieron, de hecho, durante su régimen fundamentalista islámico en el país (1996-2001).
Sin embargo, portavoces de los rebeldes han negado su implicación en esos sucesos y han asegurado incluso que un nuevo Gobierno en Afganistán liderado por ellos permitiría la educación femenina.
Desde la caída de los talibanes a raíz de la invasión estadounidense en 2001, la comunidad internacional ha puesto énfasis en impulsar la educación femenina en Afganistán.
Vanguardia