La historia de Francisco Javier González Álvarez parece sacada de un “thriller” de ciencia ficción. Venezolano de origen español, González Álvarez se inventó una gigantesca empresa petrolera, Arevenca, para estafar a decenas de clientes en varios países del mundo, desde Nigeria hasta China, pasando por Aruba o Estados Unidos.
Una de sus últimas estafas, a una firma de Puerto Rico, le costó una querella en la Audiencia Nacional española. El pasado jueves, miembros del principal organismo de investigaciones penales de Venezuela (CICP) lo detuvieron tras una orden de arresto internacional del juez español Fernando Andreu.
González Álvarez utilizó las nuevas tecnologías de la información y su influencia en los medios de comunicación para crear un imperio virtual con el que defraudar a decenas de clientes. La compañía Arevenca se presentaba como una gran petrolera, con oficinas en Europa, Asia África y América. Si hacemos un recorrido por su página web, donde conocemos los servicios que ofertan, observamos que se presenta como “un complejo refinador que opera mundialmente con refinerías propias y en asociaciones estratégicas”, cuando en la realidad se trata de una empresa con proyectos que nunca han existido.
Según informa este lunes el diario El Confidencial, el abogado Carlos Rivera Mendoza, que conoce el caso, explica que tras esa imagen de magnate petrolero no hay nada. “Si uno ve esa web, piensa que tiene más barriles que Exxon y más barcos que la Maersk, pero no hay nada”. Arenera Venezolana CA (Arevenca) fue registrada en Barcelona en 1994 y desde entonces acumula un largo historial de denuncias. La compañía fue creciendo hasta conseguir la mejor de las publicidades en 2011. En septiembre de ese año, la agencia EFE publicó: “Arevenca y Avic Xac Group firman el contrato más grande en la historia de la industria petrolera”. La noticia fue difundida por medios de comunicación nacionales e internacionales, aumentando la proyección de González Álvarez y su influencia internacional.
Si uno ve esa web, piensa que tiene más barriles que Exxon y más barcos que la Maersk, pero no hay nada
Uno de los últimos contratos firmados por Arevenca, que acabó en varias denuncias por estafa, fue con la empresa Betteroads Asphalt Corp., con sede en Puerto Rico, que se encarga de la pavimentación y construcción de vías y aeropuertos. En 2011, Betteroads compró a Arevenca 100.000 barriles de asfalto por un valor de 7.8 millones de dólares, y transfirió el dinero a una cuenta personal de González en un banco de suiza. El cargamento nunca llegó a entregarse y, en septiembre de 2012, Betteroads presentó una demanda legal contra la compañía y una larga lista de socios que aparecían vinculados al fraude en un tribunal de Puerto Rico.
En 2014, Betteroads llevó su demanda contra Arevenca a los tribunales españoles. Aunque la estafa presuntamente se cometió en Puerto Rico con pagos en Suiza, había otras operaciones contra González abiertas en Madrid y, además, el empresario tiene pasaporte español. En abril de 2015, un juzgado de Madrid emitió la primera orden de citación, pero el supuesto magnate petrolero nunca llegó a presentarse en los juzgados, proporcionando direcciones distintas falsas o problemas de saluda. El pasado 4 de abril, un año después de la primera citación, el juez Andreu emitió una orden de prisión preventiva en contra del presidente de Arevenca y envió la orden de ubicación y captura para fines de extradición a España a la Interpol, entre otros organismos policiales, quien por error le llamó inicialmente Juan Carlos:
Según recoge El Confidencial, su abogado en Madrid, Antonio Pardinas, reduce todo a “un problema comercial porque la contraparte no pagó lo que tenía que pagar y eso generó un problema”. Según este, González está dispuesto a devolver los 7,8 millones de dólares, pero cuando “retiren los insultos” que han vertido contra él en internet.
Ahora falta por saber si finalmente González Álvarez será extraditado a España o será juzgado en Venezuela por estafa.
RT Noticias