Los sabemos, estamos condicionados y actuamos de forma automática cuando conducimos y nos encontramos en un cruce: con el semáforo en verde podemos avanzar y en rojo, debemos hacer alto total.
¿Por qué los semáforos funcionan con esos colores?, podrían haber sido otros colores, la elección universal de esta gama de colores fue a propósito, una coincidencia, o ¿qué misterio se esconde detrás de esta elección?
Rojo, ámbar y verde. Foto: Flickr
La respuesta a continuación:
Contraste
Existen tres colores primarios: rojo, azul y verde. Estos colores cuentan con un espectro de visibilidad alto y pueden reconocerse con facilidad desde distancias largas.
Por cultura, pensamos que el rojo y el azul son dos colores opuestos, sin embargo, para algunas personas con daltonismo estas tonalidades pueden confundirse. En cambio, el rojo y el verde pueden ser diferenciados por la mayoría de personas aún con este tipo de padecimiento.
Por si olvidaste la primaria, estos son los colores primarios. Foto: Especial
Los colores del semáforo no son una cuestión estética, funcionan a partir del principio de contraste para la mayor parte de las personas.
Rojo
En la naturaleza las tonalidades tienen una finalidad: El rojo por lo general significa peligro.
Muchos animales, plantas y organismos peligrosos emiten este color como una advertencia. Este principio impera hasta nuestros días, cuando observamos algo con ese espectro por lo general nos mantenemos atentos.
La idea del color rojo para hacer alto total reside en la idea de captar nuestra atención, nuestra naturaleza animal que nos hace prevenirnos al encontrarnos con esos colores.
Ámbar
El color ámbar fue elegido como una transición para el color rojo. Aunque muchos lo entienden como una señal para apurar el paso, en realidad significa una advertencia para comenzar a reducir la velocidad y brindar el paso a los peatones.
Así que ya lo sabes, los colores del semáforo no son una coincidencia, son un plan bien estructurado.
Fuente: Atracción 360