¿Adiós a las pruebas con perros? Científicos crean can sintético

Alberta la perra no ladra ni muerde, no tiene piel ni pelo, pero sí sangra. Francamente, es desagradable a la vista. Pero al parecer es un excelente cadáver.

Alberta es un can hecho por completo de material sintético, creado para ofrecer a estudiantes de veterinaria cuerpos anatómicamente correctos para prácticas quirúrgicas. Y aunque parece que salió de una pesadilla, con todo y sus ojos saltones y dientes a la vista, este producto está diseñado para reemplazar a los animales de albergue sacrificados en los cuales practican muchos veterinarios.

“Los cadáveres de animales son malos, no sólo porque alguna vez tuvieron vida, sino porque una vez que los tejidos se congelan o preservan, ya no son lo mismo, así que no se sienten igual y no se comportan igual”, dijo el doctor Christopher Sakezles, fundador de SynDaver Labs.

“Este producto les dará una experiencia con el tejido más similar a la realidad”, dijo.

SynDaver también produce cadáveres humanos sintéticos del mismo material al ajustar polímeros sintéticos hechos de agua, sal, fibra y otros compuestos para que simulen todo tipo de tejidos reales, desde grasa y músculo hasta órganos, venas, piel y hueso.

El martes, la compañía develó su producto más reciente: el can sintético. Y sus empleados ya trabajan para elaborar el primer pedido: 25 perros para la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Florida.

El año pasado, Sakezles convenció a las estrellas del programa de televisión Shark Tank para que le dieran 3 millones de dólares a cambio de 25 por ciento de la compañía. Ese acuerdo se vino abajo, pero los ejecutivos le dijeron a la revista Science que después recaudaron 10 millones de dólares y ahora la compañía busca 24 millones en una campaña de financiamiento en masa.

Los cadáveres de SynDaver, tanto humanos como caninos, son creados con sistemas corporales que funcionan con todo y ritmo cardiaco, sistema circulatorio, pulmones que se inflan y carne que sangra si se corta. La piel es escalofriantemente fría y los órganos de goma son pegajosos al tacto.

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