Aunque la nueva Ley de Disciplina Financiera busque ejercer cambios en los regímenes de pensiones de estados y municipios, la insolvencia del sistema continuará mientras no se incrementen las aportaciones que hacen los trabajadores que ahorran para su retiro y se enfrente el costo de la transición, indicó Mario Arriaga, socio director de la consultoría Farell, firma que realizó el análisis actuarial de la Comisión Federal de Electricidad.
“Las cuotas de 6.5% no van a dar a nadie una buena pensión. Las reformas que se han hecho en los últimos años en las entidades estatales carecieron de enfoque, en el sentido de que se ocuparon más por las nuevas generaciones que por el costo real que representan los trabajadores de transición”, expuso en entrevista.
Refirió que el problema de las pensiones se debe enfocar de manera nacional y no sólo estatal. Explicó que aún resolviendo el problema de los estados en materia de pensiones, todavía quedan alrededor de 50 millones de mexicanos que pertenecen a la Población Económicamente Activa (PEA) que enfrentará la insolvencia de las pensiones.
“Que se resuelva el problema en los estados no resuelve el problema real que es a nivel nacional. No hay el suficiente interés por enfrentar el problema (…) Hay gente que sólo estuvo un día en la Ley del 73 y los demás días en el esquema de la Ley del 97, y aun así tendrá una pensión grande”.
Reiteró que el problema a nivel nacional es el costo de la transición. “En los estados llama la atención porque son muchos, pero en cobertura no se compara en nada con el problema a nivel nacional. No pueden estar conviviendo dos esquemas de pensiones de manera simultánea”.
Otro problema es que el sistema económico del país no crece, lo que a su vez ocasiona que no crezcan los empleos formales y la gente no cotice en el IMSS o el ISSSTE para ahorrar para su retiro.
“Estamos hablando de un problema o situación que requiere de una solución de largo plazo. Estas reformas tienen ese costo de transición que en su momento debieron haber evaluado y transmitido a cada funcionario que tomaba el cargo”.
Pensión universal, ¿la solución?
Para el especialista de Farell, la iniciativa de una pensión universal podría ser una manera de solucionar el problema. “Debe haber una consciencia colectiva de lo que podría significar esta pensión, es decir, que no será una pensión alta pero servirá para complementar el ahorro para el retiro”.
“Esto significaría una reforma estructural al sistema de pensiones, donde todo mexicano tendría derecho a tener una pensión. Ya existen pensiones que son asistenciales y se pueden basar en ello (…) El problema de las pensiones en México no es de los viejos sino de los jóvenes”.
Concluyó que la planeación cortoplacista sólo ha incrementado el problema. “Si bien se está haciendo una etapa de concientización, todavía seguimos sin poder llegar a soluciones”.
Fuente: El Economista