El tiroteo de Orlando fue una nueva tragedia separó más a los estadounidenses

En las primeras horas después de la medianoche del domingo 12 de junio en un club nocturno de Orlando, tres de las cuestiones más polémicas en la cultura y en la política de EU —los derechos de los homosexuales, el control de armas y el terrorismo— colisionaron de manera horrible.

No está del todo claro qué inspiró a Omar Mateen a cometer el peor y más grande tiroteo masivo en la historia de EU o lo que se podría haber hecho para impedirlo.

Pero ocurrió en un club gay, unas dos semanas después del primer aniversario de la decisión que hizo la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos sobre la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, y en el fin de semana, cuando en las ciudades de todo el país, incluyendo Washington DC, se llevaron a cabo los festivales del orgullo gay.

Fue perpetrado durante el mes sagrado del ramadán por un hombre nacido en Estados Unidos, cuya familia vino originalmente de Afganistán. Poco antes del ataque, según los informes, hizo una llamada al 911 prometiendo lealtad al Estado Islámico.

NOTICIA: Obama visita a familiares de víctimas en Orlando

Lo hizo con una pistola y un AR-15, el mismo rifle semiautomático que formó parte de los arsenales que fueron utilizados para matar a 12 personas en un cine en Aurora, Colorado, en el 2012, a 20 alumnos de primer grado y seis adultos ese mismo año en Newtown, Connecticut, y a otros 14 en una fiesta en San Bernardino, California, en diciembre pasado.

La confluencia de todas estas corrientes en un solo incidente es más probable que enturbie nuestra ya de por sí empapada política, en lugar de traer claridad o cualquier sentido de propósito.

Siempre ha sido cierto que los temas más difíciles son los que enfrentan a nuestros valores en contra de nuestros temores. Y en esta tragedia, como en tantas otras antes, ambas partes están determinadas a buscar influencia política.

Mientras tanto, las ansiedades del país se han vuelto a encender. “En un sentido, todo esto parece hasta ahora fuera de control, sólo nos preguntamos si hay alguna manera de que se tenga todo bajo control”, dijo George Pettice, un agente de seguros de Charlotte, Carolina del Norte. “¿Tenemos ahora que empezar a encerrarnos en nuestras casas, con miedo a ir a cualquier parte?”.

NOTICIA: Trump se reunirá con Asociación Nacional del Rifle

Desde el 9/11 no ha habido un momento como éste que uniera a la nación, y que se evapora tan rápidamente. Desde entonces, la calamidad sólo parece empujar a la izquierda y la derecha hacia puntos cada vez más separados, mientras que la fe en las instituciones de la nación se deteriora aun más. Más allá de la división ideológica y partidista, ya no parece posible incluso explorar, y mucho menos ponerse de acuerdo, sobre las causas y las soluciones. Así que la respuesta ha sido no hacer nada, excepto esperar a la próxima tragedia.

“A pesar de que aún es muy pronto en la investigación, sabemos lo suficiente como para decir que éste fue un acto de terror y un acto de odio”, dijo el domingo el presidente Obama. “Y como estadounidenses, estamos unidos en el dolor, en la indignación y en la voluntad de defender a nuestro pueblo”, agregó el mandatario.

Inmediatamente después de que Obama salió de la sala de prensa de la Casa Blanca, el candidato republicano Donald Trump tuiteó: “¿El presidente Obama va a mencionar, finalmente, las palabras terrorismo islámico radical? ¡Si no lo hace, debe renunciar de inmediato en desgracia!”.

En cambio, Obama se abstuvo de especular sobre si las creencias religiosas de Mateen podrían haber sido un factor en la masacre —o incluso decir la palabra islam— y lo que hizo fue evocar un llamado para un control de armas más estricto.

NOTICIA: Esposa de atacante de Orlando podría enfrentar cargos

“El tirador estaba aparentemente armado con una pistola y un poderoso rifle de asalto”, dijo el presidente. “Esta matanza, por tanto, es un recordatorio de lo fácil que es para alguien tener en sus manos un arma que les permita disparar a la gente en una escuela o en una casa de culto o una sala de cine o en un club nocturno”.

“Tenemos que decidir si ése es el tipo de país que queremos ser”, agregó Obama. “Y hacer activamente nada es una decisión en sí misma”. Los comentarios de Obama reflejan su frustración por el fracaso de sus esfuerzos para endurecer las leyes de armas de la nación después de la matanza de Newtown. Un sondeo reciente sugiere que el apoyo para el control de armas está en declive.

Los críticos, sin embargo, argumentan que la observación de Obama acerca de no hacer nada podría aplicarse también a no poder afrontar el componente religioso de muchos actos de terrorismo.

Si las creencias musulmanas estaban detrás del ataque, dijo el senador Marco Rubio, “el sentido común te dice que fue específicamente dirigido a la comunidad gay debido a los puntos de vista que existen en la comunidad islámica radical con respecto a la comunidad homosexual”.

NOTICIA: Lobby de armas de EU dice que mayor control no impedirá atentados

“Creo que es algo que tendremos que hablar un poco más, en todo el país”, dijo Rubio.

Otros mencionaron que muchas otras religiones no tienen ninguna pretensión de superioridad moral, cuando se trata de sus actitudes hacia los gays, lesbianas, bisexuales y las personas transgénero.

“Queremos entrar en el terreno moral cuando se trata de la vigilancia de la homofobia en otras religiones”, dijo el comentarista de ESPN Jamele Hill, un ex residente de Orlando, en una entrevista. “No somos los que permiten que se compruebe esto, como si siempre hubiésemos apoyado estas cuestiones. La historia dice todo lo contrario”.

La retórica dura e intolerante a menudo ha sido un punto a favor para los políticos en momentos en que los estadounidenses están preocupados por su seguridad.

NOTICIA: Seis víctimas, en estado crítico tras tiroteo de Orlando

Trump, que aboga por poner una prohibición temporal a los musulmanes para entrar en EU, vio que sus números en las encuestas se elevaban significativamente como consecuencia del ataque de San Bernardino, así como después de la serie de ataques en París en noviembre pasado.

Ésa puede ser la razón por la cual la presunta candidata demócrata Hillary Clinton utilizó un tono intencionado en su respuesta al tiroteo masivo de Orlando, a pesar de que, al igual que Obama, no hizo referencia a una religión específica.

“Por ahora, podemos decir con certeza que tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para defender a nuestro país de las amenazas en casa y en el extranjero”, dijo. “Eso significa derrotar a los grupos terroristas, trabajando con aliados y socios para ir tras ellos dondequiera que estén, contrarrestando sus intentos de reclutar gente aquí y en todas partes, y endureciendo las defensas en casa”.

Ella también dio un guiño a la necesidad de un control de armas más estricto, diciendo que Orlando “nos recuerda una vez más que las armas de guerra no tienen cabida en nuestras calles”.

Fuente: El Economista