Cada año en México, en promedio, se presentan 15 mil denuncias por violación sexual, pero sólo en uno de cada cinco casos se llega a una sentencia condenatoria.
Lo más grave es que se estima que por cada denuncia hay ocho agresiones más que no se denuncian, lo que arrojaría una cifra negra de unas 120 mil violaciones sexuales en el país anualmente, afirmó Pablo Navarrete, coordinador de asuntos jurídicos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).
“Una de las grandes tentaciones es poner en duda la credibilidad del dicho de la víctima”, dijo.
Luego de la denuncia que hiciera Rosa Margarita Ortiz, quien fue violada el pasado martes a bordo de una unidad de la línea de autobuses ETN cuando se dirigía a San Luis Potosí, el Inmujeres condenó los hechos y advirtió que mientras no se termine con la impunidad hacia estos casos, se va a seguir presentando un proceso de permisibilidad social de la violencia sexual hacia las mujeres.
“Condenamos de manera enérgica esta cobarde agresión contra Rosa Margarita Ortiz y estaremos muy atentos a que la investigación de estos hechos se dé de acuerdo con los estándares internacionales de protección a los derechos de las víctimas de abuso sexual. Lo primero que tiene que hacerse es aplicar el protocolo para la atención de víctimas de violencia sexual, ofrecerle toda la protección de las instituciones del estado y que se actúe con perspectiva de género”, indicó Navarrete.
Uno de los grandes desafíos que se enfrentan en nuestro país, explicó el funcionario, es que a las víctimas de violencia sexual en general y en particular a las víctimas de violación se tiende a no creerles o hasta responsabilizarlas de su suerte.
“Se le tiene que creer a la víctima, es uno de los grandes desafíos que enfrentamos, porque de lo contrario hay un proceso de revictimización al no considerar ciertos los hechos y eso es algo muy grave que ha traído como consecuencia que algunas otras víctimas no denuncien”, argumentó.