En China, al igual que en muchos otros países en el mundo, estudiar no está al alcance de cualquiera y es habitual que muchos jóvenes pidan préstamos para poder financiarse los costos.
Pero el precio que algunos estudiantes deben pagar por no devolver el dinero adeudado en el plazo estipulado -por lo general miles de dólares- puede ser demasiado alto.
Tanto que a veces la moneda de cambio incluye la “venganza pornográfica” cada vez más popular en internet.
Una investigación reciente del diario estatal Youth Daily, de Pekín,reveló un alarmante dato: cada vez son más los prestamistas que extorsionan a las estudiantes amenazándolas con publicar sus fotos desnudas si se retrasan en los pagos.
Para poder acceder a estos créditos las estudiantes deben proporcionar fotos de ellas mismas desnudas, mostrando a la cámara su documento de identidad.
Se trata de una “garantía de pago” que les permite acceder a sumas de dos a cinco veces más altas.
Para muchas, sin embargo, esta la única opción de costearse los estudios o de poder hacer frente a otro tipo de pagos.
La cuota de interés semanal de estos préstamos, denunciaron medios locales, asciende hasta el 30%.
Un “secreto a voces”
Según el informe, si hay un retraso en el pago los usureros amenazan con publicar las fotos en internet y con enviarlas a sus familiares y amigos. Además, aumenta desproporcionadamente la cuota de interés.
Se trata, según el diario chino, de un “secreto a voces”.
A veces las amenazas van más allá de la publicación de las fotos; los medios locales advierten que se llegaron a dar casos de coacción sexual.
Una de las afectadas dijo al periódico local Southern Metropolis Daily que pidió un préstamo a una de estas compañías por valor de US$75.
La cuota de interés semanal era del 30% y pronto su deuda se multiplicó.
Después continuó pidiendo créditos para poder pagar los anteriores, y la deuda aumentó hasta US$8.347. Fue entonces cuando el prestamista le exigió una foto desnuda como “garantía”.
La joven, que se aprestaba a reportar el incidente a la policía, le dijo al periódico que muchas de sus compañeras de clase también se habían visto afectadas por las extorsiones de este tipo de usureros, pero no querían comentarlo en público.
Amenazas y reacciones
Una periodista de ese mismo medio decidió hacerse pasar por estudiante para comprobar la situación en primera persona.
Según el testimonio de la joven, los usureros no sólo piden fotos desnudas a sus cliente, sino también información personal, como su dirección familiar, su documento de identidad o los nombres de sus padres y de sus compañeros de piso (a quienes enviarían las fotos en caso de un retraso en el pago).
Según el Youth Daily, estos sombríos esquemas de préstamos se han llevado a cabo a través de la página web Jiedaibao, de la compañía financiera JD Capital.
Los usureros no sólo se aprovechan de estudiantes, sino también de otros jóvenes con poca experiencia financiera.
Fue el caso de Lin Xiao, nombre ficticio de una estudiante de la provincia de Jiangsu que no quiso revelar su identidad.
Xiao le dijo al diario estatal que quería empezar un pequeño negocio, así que en febrero aceptó enviar sus fotos desnudas a prestamistas privados, a cambio de más de US$18.000.
En cuatro meses, su deuda se duplicó. Y, tras ser amenaza por los usureros, tuvo que pedir dinero a su familia y así poder evitar que publicaran sus imágenes en internet.
“Responsabilidad de los prestatarios”
La publicación de la investigación periodística ha generado miles de comentarios en varias páginas de internet en China, y muchos han condenado la actuación de los usureros.
“Este tipo de créditos son como el opio. ¿Por qué las autoridades reguladoras los pasan por alto?”, escribió un internauta en Weibo, la principal red social de China.
No obstante, algunos chinos se han mostrado críticos con las estudiantes que piden los préstamos.
“No merecen mi simpatía”, dice un comentario en Weibo. “¿Por qué gastar el dinero que no tienes la capacidad de ganar?”, critica otro.
En los últimos días, la red social china se llenó de fotos de jóvenes que denunciaron la situación y hicieron públicos los mensajes que les enviaron los prestamistas.
El Youth Daily citó a un representante de Jiedaibao según el cual la compañía “no tiene control alguno sobre cualquier exigencia colateral hecha por un prestamista como parte de un acuerdo comercial privado”.
“Los riesgos son responsabilidad de los prestatarios”, agregó la fuente.
La compañía publicó un comunicado en Weibo que confirmaba la existencia de estos “préstamos desnudos”, pero sostenía que las cuotas y los intereses eran acordados entre las dos partes a través de “otros canales” externos.
Hasta el momento, las autoridades chinas no han lanzado ninguna investigación sobre estos controvertidos esquemas de préstamos.
Fuente: BBC Mundo