Una comisión real ha investigado las iniciaciones brutales a la que fueron sometidos reclutas en las escuelas militares de Australia, algunas de las cuales constituían auténticos abusos sexuales. La mayoría de los casos conocidos data de las décadas de los 1960, 1970 y 1980, pero algunos se remontan a los primeros años de la posguerra.
Más de un centenar de las víctimas eran menores en el momento de los hechos, informa ‘Metro’. Según detalló el asesor de la comisión, Angus Stewart, en un centro de entrenamiento naval involucrado los cadetes tenían entre 15 y 16 años cuando fueron sometidos a vejaciones. En esa escuela los menores eran víctimas de una serie de ‘novatadas’ que pueden calificarse de torturas, como untarles los genitales con betún o pasta de dientes usando un cepillo áspero.
Entre los abusos denunciados figuran también tocamientos de los genitales, masturbación y felación forzada y “penetración anal con el pene u objetos”, dijo el letrado. En muchos casos los mayores de una jerarquía informal obligaban a otros cadetes novatos a cometer toda clase de vejaciones sexuales contra otros. Los oficiales hacían la vista gorda ante las denuncias y quejas de los adolescentes, pero en ocasiones fueron ellos mismos los violadores.
En una declaración ante la comisión, Peter Sinclai, contraalmirante y exgobernador del estado de Nueva Gales del Sur, cuyas palabras recoge la cadena SBS, defendió las iniciaciones a pesar de su brutalidad. Relató haber pasado por estas pruebas “media docena de veces a bordo de los buques”, lo que implicaba estar “casi desnudo, ser lanzado a una piscina o cubierto de inmundicias”. En su opinión, solo los abusos merecen ser condenados.
RT Noticias