Debido a las altas temperaturas que se presentan durante la temporada de calor, los casos de deshidratación aumentan considerablemente provocando daños a la salud, por lo que la Secretaría de Salud exhorta a la población a tomar las medidas preventivas para evitar este padecimiento.
La deshidratación ocurre cuando una persona pierde más agua y sales minerales de las que consume. Esta puede ser leve, moderada o grave, dependiendo de la cantidad de líquido que se haya perdido.
Los síntomas de este mal son: sed intensa, somnolencia apatía, delirios y alucinaciones, piel seca, ausencia de salivación, falta de apetito, vómito diarrea, ojos hundidos, fatiga, mareos y temperatura elevada.
Para evitar la deshidratación se recomienda ingerir dos litros de agua al día, además de caldos, atoles, jugos y Vida Suero Oral (VSO), también se recomienda disminuir la ingesta de líquidos con cafeína, alto contenido en azúcar y bebidas alcohólicas.
La Secretaría de Salud recomienda que en caso de presentar los síntomas antes mencionados, acudir al Centro de Salud más cercano para recibir la adecuada valoración y tratamiento médico especializado para cada situación y evitar problemas de salud graves.