El alcalde electo Alfredo Lozoya calificó como una verdadera burla a los parralenses la sesión de cabildo celebrada este miércoles en donde se abordó el tema del cambio de sede de la presidencia municipal de Parral, pero aseguró que se agotarán todas las instancias legales y sociales para evitar este atropello a la ciudadanía, el primer paso es la preparación de un amparo.
Alfredo Lozoya, quien siguió a través de los medios de comunicación la sesión de cabildo celebrada este miércoles lamentó la complicidad de los regidores priistas en cumplir y acelerar un proceso a todas luces irregular, además de ser testigo de cómo era coartada la libertad de expresión y el derecho fundamental de réplica de los regidores que no estuvieron de acuerdo con que se dé este cambio.
Lozoya urgió aclarar tres puntos centrales abordados por el alcalde: El reconocimiento de Miguel Jurado de que este cambio puede significar una equivocación, claramente el edil en turno aseguró que si las cosas no resultan Alfredo Lozoya tendrá que enmendar el error y decidir si negocia con el Poder Judicial si se regresan o no a las actuales instalaciones de la alcaldía lo cual pudiesen representar meses de pérdida de tiempo y recursos para la administración entrante.
El segundo punto es la falta de evidencia que compruebe que evidentemente el edificio ha pertenecido siempre al gobierno del estado y en qué momento pasó a ser propiedad del poder Judicial y bajo qué términos se realizaron estas negociaciones, sin un acta o algún documento que avale lo anterior.
El tercer punto, es el repentino interés del Poder Judicial en invertir 2 millones de pesos -que según el alcalde pueden convertirse en más- en obra pública del municipio para terminar de manera urgente la adecuación de la presidencia municipal en el primer cuadro de la ciudad, lo cual consideró es un hecho inédito en los tiempos modernos.
Aunado a todas estas irregularidades se suma el malestar generalizado de los parralenses, al considerarse que el antiguo centro de documentación y las fincas aledañas adquiridas recientemente -de quien por cierto no se tiene certeza jurídica a quien pertenecen-, no cumplen con las condiciones óptimas para albergar a los miles de empleados y visitantes que hacen uso de las diferentes dependencias y quienes requieren y se merecen porque es patrimonio de ellos todas las comodidades necesarias.
Alfredo Lozoya remató diciendo que si lo anterior no fuera poco, no se ha detallado que sucederá con el museo de sitio en honor a Benito Juárez al cual ya le invirtió el gobierno Federal 5 millones de pesos, lo cual definitivamente resultará todo un problema a la administración que él encabezará a partir de octubre.