Especialistas en temas educativos calificaron de ‘‘perverso’’ que la cúpula empresarial pretenda aplicar un ‘‘mecanismo de chantaje’’ contra el gobierno federal ante la búsqueda de salidas negociadas al conflicto magisterial.
‘‘Pareciera que buscan aparecer como víctimas de un problema generado no por lo maestros, sino por la aplicación a rajatabla de una reforma educativa que en gran parte representa los intereses del sector empresarial’’, dijeron.
Antonia Candela Martín, del Departamento de Investigación Educativa del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, consideró que el anuncio de las cúpulas empresariales de suspender una posible inversión de 50 mil millones de pesos –lo que generaría 40 mil empleos en estados como Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Michoacán– es un ‘‘mecanismo de presión para que se reprima a los docentes o resuelva de forma inmediata el conflicto’’.
Maestros no iniciaron el problema
Lo deseable, dijo, es que se atendiera la exigencia de resolver sin demora un problema que ‘‘no iniciaron los docentes, pero sería un error garrafal creer que los únicos culpables son los educadores, como si ellos fueran responsables de la crisis que enfrenta la educación en México’’.
Por separado, Juan Manuel Rendón, ex rector de la Benemérita Escuela Normal de Maestros, consideró que los empresarios emplean ‘‘mecanismos perversos para intentar proteger a toda costa sus ganancias presentes y futuras, incurriendo en un claro chantaje a la administración federal, pero también enviando un mensaje muy peligroso de represión y aplicación de medidas draconianas contra los docentes’’.
Destacó que la reforma educativa ‘‘tiene mucho en su hechura de lo que durante años demandó el sector empresarial, y que han reiterado organizaciones afines como Mexicanos Primero. Basta revisar la lista de sus peticiones y los temas que se incluyeron en la reforma. La relación es clara con los intereses y beneficios económicos que busca alcanzar la clase empresarial en el sector educativo’’.
Consideró finalmente que si bien existen afectaciones a la economía cuando se realizan bloqueos carreteros, tomas de vías férreas o aeropuertos, ‘‘no es a la panadería o la tienda de la esquina, son las enormes ganancias que ven perdidas si se logra modificar el contenido de la reforma educativa’’.