Un malentendido entre agentes de la Fiscalía General del Estado y un policía municipal que circulaba a bordo de su vehículo particular sobre la carretera a Aldama, provocó que éste último fuera detenido al considerarlo sospechoso de una ejecución, sin embargo, minutos después fue liberado al comprobar que se trataba de un elemento de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y que nada tuvo qué ver con un asesinato perpetrado minutos antes.
Además, un reportero de un medio impreso de la capital también fue arrestado por los ministeriales en mención, debido a que el joven les reclamó porque casi arrollan a una de sus compañeras cuando cubrían la nota periodística.
El hecho ocurrió a la altura del kilómetro 1 de la carretera en mención, cuando los agentes de la FGE le marcaron el alto a un policía municipal que circulaba a bordo de un automóvil Ford Focus de modelo reciente, al considerarlo sospechoso de la ejecución ocurrida afuera de una sucursal de Farmacias Guadalajara.
Al descender, el policía se identificó como tal, sin embargo, los ministeriales se negaron a liberarlo y tuvo que intervenir un alto mando de la DSPM para especificar que se trataba de un uniformado.
Minutos después y mientras reporteros gráficos y de la fuente policíaca cubrían la nota, una ministerial arrancó la pick up propiedad de la corporación y según palabras de testigos, casi atropella a una reportera, cuestión que su compañero reclamó y por tanto fue arrestado, mientras que a la joven le borraron las fotografías de su cámara.