Durante el periodo 2010-2015, en promedio 17 entidades presentaron un déficit primario en sus finanzas públicas, al ser sus ingresos totales menores a sus gastos, por lo que tuvieron que endeudarse para financiar estos desequilibrios y el servicio de su endeudamiento, de acuerdo con un estudio de aregional.
Bajo la denominación de gastos primarios se incluyen todas las erogaciones normales de operación que realizan los estados: gasto de capital y gasto corriente, sin incluir los costos financieros de la deuda pública y los Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores (Adefas).
Según el análisis elaborado por la consultora, el gasto primario agregado de 31 entidades (no incluye a Tlaxcala, por no disponerse de la información necesaria) creció a una tasa promedio anual de 3.6% entre el 2010 y el 2015, al pasar de 1.5 a 1.8 billones de pesos.
En la razón entre gasto primario e ingresos totales, que permite identificar la situación del balance primario con respecto a los recursos que dispone el estado, si una entidad presenta un indicador mayor a 1.0, significa que ésta tuvo un déficit primario, ya que los gastos primarios excedieron a sus ingresos totales.
Los mayores coeficientes en el lapso analizado se registraron en Coahuila (1.12), Quintana Roo (1.11), Chihuahua, Morelos (ambas con 1.05) y Baja California (1.04).
Nuevo León, Sonora, Yucatán, Nayarit, Oaxaca, Tamaulipas, Michoacán, Colima, Campeche, Sinaloa, Zacatecas y San Luis Potosí completan el grupo de los 17 estados con déficit.
Entidades con déficit enfrentaron distintas presiones
La mayoría de los estados con déficit en su gasto primario tiene una elevada estructura de gastos, como son los casos de Quintana Roo, Baja California, Tamaulipas, Morelos y Michoacán.
El informe indica que los territorios en esta situación, durante el periodo analizado, enfrentaron presiones en materia de seguridad, de educación y de pensiones.
Sin embargo, al considerar sólo el 2014 y el 2015, Coahuila, Chihuahua y Sinaloa tuvieron un buen dinamismo en su indicador; estas entidades tuvieron una razón menor a 1.0, donde los gastos primarios son menores a los ingresos totales, disponiendo así el estado de ahorro primario, ya sea para el pago de servicio de la deuda o para aumentar el gasto de capital.
En contraste, Oaxaca y Baja California Sur enfrentaron serias presiones financieras, al tener que destinar una buena parte de sus ingresos a financiar la reparación de los daños causados por los desastres naturales que enfrentaron en el periodo analizado, lo que les implicó contratar un significativo monto de endeudamiento para estos fines.
Al respecto, Kristobal Meléndez, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), refirió que las principales causas de los estados que presentan un déficit es porque sus ingresos se han visto disminuidos; ha ido creciendo el gasto en las entidades o por una mala administración. Éstas tienen sus particularidades, por ejemplo, cuando hay elecciones o desastres, como en el caso de las dos anteriores, este gasto se incrementa.
Meléndez explicó que la consecuencia de una mala administración del gasto primario es el endeudamiento, “sino consiguen los ingresos para solventar sus gastos, forzosamente tienen que recurrir a la deuda. El problema surge cuando ya están a un nivel de endeudamiento tan alto que ya no es una opción, por lo que se tiene que recurrir a buscar mayores ingresos o empezar a recortar gastos”.
Mayores aumentos
En lo que refiere a los estados de Colima, San Luis Potosí y Sonora, su gasto primario creció a un ritmo promedio anual de 8.5, 6.4 y 6.7%, respectivamente, siendo éstos los estados que registraron el mayor incremento dentro del grupo deficitario, en el lapso de análisis.
No obstante, Colima y San Luis Potosí tuvieron también el mayor incremento en sus ingresos totales, situación que compensó el aumento de sus gastos.
Fuente: El Economista