Bredni Roque ascendería al cuarto puesto en Río en halterofilia

El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha resuelto la descalificación y exclusión de los Juegos de Río del haltera de Kirguizistán Izzat Artykov, bronce en 69 kilos, tras dar positivo en un control de dopaje, por lo que el mexicano Bredni Roque ascendería hasta el cuarto puesto.

Según informó la división del TAS creada para resolver sobre los casos de dopaje de Río, Artykov dio positivo por “strychnina” y tendrá que devolver su medalla y su acreditación.

La responsabilidad de determinar sobre la sanción que el deportista debe cumplir recae ahora en la Federación Internacional de Halterofilia (IWF).

El TAS también ha señalado que la reordenación de la clasificación de la categoría de 69 kilos en la que Artykov fue bronce deben hacerla la IWF y el Comité Olímpico Internacional (COI).

El cuarto clasificado, con un total de 338 kilos, uno menos que el kirguís, fue el colombiano Luis Javier Mosquera.

De esta manera, Bredni Roque, quien compitió en Río con un uniforme parchado debido a que no se le proporcionó uno adecuado a sus necesidades, sería uno de los mexicanos que mejor ubicados terminaron en su disciplina.

Roque, nació en Cuba, pero representó con orgullo a México en el levantamiento de pesas en Río de Janeiro.

Después de competir durante casi una década con el equipo cubano de halterofilia, Bredni Roque se estableció en México en 2012 y se casó con una mexicana. Cuatro años después, competió por su país adoptivo en la categoría de 69 kilos en Río de Janeiro.

“Tuve un proceso de cambio de país muy complicado, pero gracias a Dios México me abrió las puertas y los pude representar en los Juegos Olímpicos”, dijo el martes después de la prueba. “Yo hubiese querido haberle regalado a México una medalla de lo que sea, pero no salió. Será para la próxima”.

Roque, de 28 años, otorgó a México su primera medalla panamericana en la halterofilia de hombres el año pasado en Toronto.

El pesista oriundo de la ciudad cubana de Pinar del Rio dijo que extraña la comida, las costumbres, pero sobre todo su familia en Cuba.

“Desde que vine a México hace cuatro años no he podido viajar a Cuba para ver a mi mamá, porque es tanto lo que le he dedicado a este deporte que no he querido soltarlo ni un segundo”, dijo.

Roque está casado con la mexicana Carolina Valencia, quien también se dedica al levantamiento de pesas. La pareja tiene un gimnasio en la ciudad de Chetumal, ubicada en el estado costero de Quintana Roo.

“Ahí vivimos muy felices”, señaló. “Entrenamos en nuestra casa y espero seguirme preparando como siempre, como hasta ahora, y aprender de esta derrota que acabo de tener”.

Roque indicó que le faltó roce internacional antes de competir en Río para conocer mejor a sus oponentes.

“Los rivales que tuve hoy son los mejores del mundo”, indicó. “Yo estaba en séptimo lugar del mundo y subí a quinto. Estoy contento conmigo mismo, supe que la competencia no iba a ser nada fácil, pero subí dos lugares”.

Información de Agencias EFE