“A partir de hoy no permitiremos un solo agravio más al señor Presidente de la República; cada ofensa recibida tendrá respuesta”, advirtió ayer la secretaria general del PRI, Carolina Monroy del Mazo.
“Cuenta usted, señor Presidente, con un ejército de aliados leales. Cada uno seremos difusores de sus propósitos y logros. Y juntos asumiremos también los costos. Usted no está solo”, expuso la también diputada federal al presentar en Metepec, Estado de México, su primer informe legislativo.
Acompañada por políticos mexiqueses y compañeros de bancada, en la plaza central de este municipio del que fue alcaldesa, la priista afirmó en su mensaje que en el país se vive un derrumbe ético que debe asumirse frontalmente.
Aspirante a la gubernatura de la entidad, la excolaboradora y prima del presidente Enrique Peña Nieto reconoció que, por mucho tiempo, a los priistas y a los mexicanos en general “nos ha faltado la voluntad para hablar acerca de lo correcto y lo antiético”.
Dijo que han evitado decir lo necesario sobre muchos temas, “desde la corrupción y la impunidad hasta las relaciones de familia, el bienestar y la convivencia vecinal”.
Ante Arturo Montiel, exgobernador, y el coordinador de los diputados federales del PRI, César Camacho, así como otros precandidatos a la gubernatura —Alfredo del Mazo, Carlos Iriarte y Ana Lilia Herrera—, la secretaria general del PRI dijo que se cuestionaba “si estamos verdaderamente resueltos, sociedad y gobiernos, a confrontarnos con este lento colapso ético que ha venido ocurriendo durante las últimas generaciones”.
Se definió como “una mujer con errores y seguramente muchas deficiencias”, pero se dijo determinada a confrontar esa situación.
“México vive hoy momentos de enorme dificultad. Problemas sociales enraizados por décadas y que hoy han explotado en nuestras ciudades”, describió.
Al acto de más de dos mil personas acudieron empresarios, comerciantes, líderes vecinales y priistas destacadas, como la senadora Diva Gastelum y María de los Ángeles Moreno.
La secretaria general del PRI planteó que los liderazgos políticos que en ocasiones exhiben indiferencias por el aspecto ético y moral de acciones y decisiones, necesitan entender que el trabajo político va más allá del mero conflicto, el escaparate o la eliminación del contrario.
“Es comprender que las buenas políticas públicas, el código de valores y la práctica de principios éticos enriquecen la calidad de vida y ponen en ruta al ciudadano hacia el logro de su felicidad”, expuso.
Impulsora en la Cámara de Diputados del Código de Ética Legislativa, Monroy del Mazo también reivindicó su compromiso con la agenda a favor de las mujeres.