El presidente de China, Xi Jinping, llama a Estados Unidos a seguir los principios no conflictivos en las relaciones entre los dos países.
El presidente chino, en el encuentro mantenido con su homólogo estadounidense, Barack Obama, celebrado este sábado en el marco de la cumbre del G20 en la ciudad de Hangzhou (este de China), ha insistido en mantener una colaboración basada en la confianza, el respeto y el beneficio mutuo.
De esta forma, ha urgido a gestionar de manera constructiva las diferencias existentes entre los dos países para poder garantizar el desarrollo sano y estable de los vínculos bilaterales.
Xi Jinping ha asegurado que China está dispuesta a trabajar con Estados Unidos para garantizar que los nexos se queden en el camino correcto.
Al evaluar positivos los anteriores encuentros entre los dos jefes de Estado, ha indicado que sus intercambios “produjeron consensos importantes”.
“La decisión de establecer un nuevo tipo de relaciones de países grandes entre China y EE.UU. ha conducido a una serie de logros concretos en los lazos bilaterales”, recalca.
Obama, a su turno, ha pedido la celebración de una reunión mixta entre las autoridades de los dos países para resolver las cuestiones pendientes, como la seguridad cibernética, los derechos humanos, las disputas territoriales y marítimas y la cuestión de la península coreana.
Antes de su viaje al gigante asiático, Obama advirtió a China de las consecuencias de no respetar las reglas del juego. “Cada vez que (los chinos) violan las normas internacionales, como hemos visto en el mar de la China Meridional, o en su comportamiento en lo que se refiere a las políticas económicas, siempre hemos sido muy firmes. Les hemos demostrado que habrá consecuencias”, dijo Obama.
El gigante asiático reclama como suya casi un 90 % del territorio en litigio en el mar de la China Meridional, en especial las islas Spratly, en las que construye islas artificiales, hecho que agravó sus tensiones con otros países de la región.
La Corte Permanente de Arbitraje (CPA) del Tribunal Internacional de La Haya, falló en contra de las reclamaciones territoriales de Pekín respecto a la disputa en el referido mar.
A raíz de la sentencia, tanto EE.UU. como China han intensificado sus patrullajes de naves de combate en la región.