El 7 de septiembre de 2016 quedará grabado en la memoria de la familia Williams como una de las más memorables.
Este día Trevor Williams hizo su debut vistiendo la casaca de los Piratas de Pittsburgh, pero lo mejor fue la manera en que lo realizó.
Este día el derecho de 24 años también logró su primer victoria en Grandes Ligas y fue su padre quien lo celebró de manera muy emotiva.
Luego de casi 4 temporadas buscando una oportunidad en la Gran Carpa, Williams finalmente salió a la loma en la sexta entrada del juego contra los Cardenales de San Luis.
El partido lo ganaba Pitsburgh 3-2 y Trevor fue presa de los nervios y terminó cediendo una carrera para que la pizarra se empatara.
Para la séptima y octava el derecho se afianzó en el montículo y ponchó a tres rivales, mientras que la ofensiva lo respaldó con la carrera de la ventaja.
En la novena fue relevado por el cerrador Tony Watson quien consiguió amarrar la victoria de 4-3 para el equipo.
Trevor de inmediato fue a la grada para abrazar a su familia y mientras besaba a su esposa y su hijo, su padre unos pasos atrás lo contemplaba llorando de orgullo al ver a su hijo convertido en una realidad en el beisbol profesional.
Luego el pitcher finalmente se fundió en un abrazó con su padre, quien tiene cáncer y aún así ha sido su apoyo en su camino a cumplir su sueño de actuar en la Gran Carpa.
“Fue un increíble momento para mí y mi familia”, dijo Trevor momentos después en una entrevista. “Él es un hombre muy emocional. El tenía el corazón en la mano. Tan pronto nos abrazamos, todas las emociones salieron”.
“Él ha batallado todo este año contra el linfoma. Ha sufrido con las quimioterapias y las radiaciones. Ahora mismo esperamos los resultados de los análisis para ver si necesita más tratamiento”.
Sin Embargo