Trabajadores de la industria maquiladora en Ciudad Juárez dieron su propio grito para exigir justicia a la clase obrera, en un contexto en donde las grandes empresas han violado sus derechos laborales y se ha generalizado la explotación.
Encabezado por la abogada Susana Prieto Terrazas, quien después de varias difamaciones por parte de autoridades estatales hoy está nominada por su lucha social, el grito alterno se realizó en el monumento a Benito Juárez, reuniendo a cientos de trabajadores maquiladores que conforman el movimiento obrero por la exigencia de mejores condiciones laborales.
El movimiento obrero en Ciudad Juárez se ha ido reforzando tras movilizaciones contra empresas maquiladoras como Eaton, Lexmark, Foxconn, ABC y Johnson Controls, a las cuales se ha denunciado por bajos salarios, malas prestaciones laborales, acoso dentro de la industria, entre una serie de atropellos a las garantías individuales de los cuidadanos juarenses.
Ciudad Juárez es una de las regiones fronterizas con más empleados en la industria maquiladora de exportación, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) señalan que esta industria ha empleado entre 194 mil a 249 mil habitantes.
Pese al crecimiento del empleo en la industria maquiladora en Ciudad Juárez, persiste el problema de la explotación. Una investigación publicada por el Instituto Hunt para la Competitividad Global de la Universidad de Texas en El Paso, señala que las firmas extranjeras pagan el segundo peor promedio salarial y los salarios reales mensuales por trabajador están por debajo de los niveles de 2010.
El Índice Global de la Competitivdad de costos de manufacturera, muestra que México es uno de los países en donde las trasnacionales destinan la menor proporción de sus gastos al pago de salarios, apenas un 8.9 por ciento del total de la inversión.
En este contexto, son ya cuatro maquiladoras las que han sido denunciadas por trabajadores debido a la explotación laboral, los bajos salarios, las malas prestaciones y el acoso laboral.
Destaca en este contexto la empresa Lexmark que despidió a los trabajadores que exigieron un aumento salarial y la creación de un sindicato independiente que en verdad velara por los derechos de los trabajadores.