Cáritas Internacional y el Servicio Jesuita a Refugiados demandaron a gobiernos y Estados miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) garantizar los derechos humanos de migrantes y refugiados.
En un pronunciamiento conjunto señalaron que la guerra, la desigualdad, la pobreza y el cambio climático, entre otros, han expulsado de sus hogares a más gente, como nunca antes desde la fundación de la ONU: más de 65 millones de desplazamientos forzados en todo el mundo, incluyendo más de 21 millones de refugiados, 3 millones de solicitantes de asilo y más de 40 millones de desplazados internos.
A propósito de la cumbre que sobre este tema organizó la ONU para mañana lunes, las agrupaciones demandaron un claro compromiso de gobiernos y actores claves, tanto en el sector público como privado, para asegurar la protección de migrantes y refugiados.
Michel Roy, secretario de Cáritas Internacional, aseguró que el desafío que plantea la crisis de solidaridad en respuesta a la migración es masivo y la comunidad internacional se está esforzando para encontrar una respuesta a largo plazo. Pero este reto supone una oportunidad única para revisar el sistema y elaborar un plan para mejorar la respuesta internacional, dijo.
Cáritas Internacional y el Servicio Jesuita a Refugiados expresaron su rechazo a las expulsiones y devoluciones forzosas de personas, y pidieron la reformulación o reinterpretación del derecho humanitario internacional sobre refugiados para evitar que las personas soliciten refugio o para facilitar que sean retornadas.
Llamaron a la comunidad internacional a compartir la responsabilidad de proporcionar protección a las personas que huyen de sus hogares, evitando que sólo algunos países carguen sobre sus hombros todo este peso.
Fuente: La Jornada