Madre acusa a policías de matar a su hijo a golpes en Morelos

Los padres y la esposa de Eduardo Ángel Jiménez Candia, fallecido, presuntamente, como consecuencia de una golpiza propinada por elementos del Mando Único, exigieron al gobernador de Morelos, Graco Ramírez, que ordene una investigación y se castigue a los policías, así como se sancione al personal del Hospital General José G. Parres que negó dar atención médica al joven.

La familia del joven de 21 años acudió a la sede de la Comisión de Derechos Humanos de Morelos (CDHEM) a iniciar una queja contra los elementos del Mando Único adscritos al municipio de Emiliano Zapata que detuvieron arbitrariamente y cometieron una serie de vejaciones que le costaron la vida a Eduardo Ángel.

El pasado 10 de septiembre, Eduardo y su esposa acudieron a una tardeada en la ayudantía de la colonia Prohogar, cuando se retiraban se toparon con un grupo de policías, lo detuvieron y trasladaron a los separos a bordo de la patrulla 16010.

En el trayecto, el joven fue golpeado y humillado por los agentes. La familia de Eduardo acudió a sacarlo de los separos y afuera lo esperaban de nuevo los policías, quienes se abalanzaron de sobre él para golpearlo brutalmente.

La golpiza tuvo consecuencias fatales, los hematomas en su cuerpo y cabeza mellaron su salud. El 17 de septiembre, el joven fue llevado por su esposa a urgencias del Hospital José G. Parres de Cuernavaca, donde suplicó a los médicos atenderlo de inmediato porque presentaba un cuadro de fiebre alta, vómito y convulsiones, pero la respuesta fue reiteradamente negativa. Pasaron cuatro horas, cuando finalmente Eduardo fue atendido, pero ya era demasiado tarde para salvarle la vida.

Le pedimos al señor Graco que nos apoye, así como lo apoyamos en su momento con nuestro voto, le pedimos señor Graco que se haga justicia, que se haga justicia porque no se vale lo que hicieron con mi hijo, y que en el hospital hagan algo para atender a la gente”, suplicó inconsolable Leticia Candia Delgado, madre de Eduardo.

Al promover la queja ante la CDHEM, la familia de la víctima no sólo exigió justicia sino que responsabilizó a los policías de Emiliano Zapata de cualquier agresión o riesgo que pudieran sufrir derivado de la denuncia.