El Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) criticó tajantemente al Movimiento Futuro (Movimiento Al-Mustaqbal), por su apoyo a la intervención militar de Arabia Saudí y sus aliados en Yemen.
La retórica del Movimiento Futuro sugiere que éste está a favor del genocidio y de los crímenes cometidos por la coalición liderada por Arabia Saudí contra civiles inocentes”.
“La retórica del Movimiento Futuro sugiere que éste está a favor del genocidio y de los crímenes cometidos por la coalición liderada por Arabia Saudí contra civiles inocentes”, dijo el miércoles Hezbolá en un comunicado.
El ministro libanés del Interior, Nahad al-Mashnuq, que también es un miembro de alto rango del Movimiento Futuro, manifestó, hace unos días, su respaldo a la agresión militar saudí a Yemen, y criticó las posturas de Hezbolá y de Irán respecto a la crisis yemení.
El comunicado de Hezbolá rechazó las acusaciones contra Irán y señaló que “el ignorante y el atrasado régimen saudí, que exporta terroristas y extremistas e ideas radicales, no puede ser comparado con la República Islámica de Irán”.
El mundo ha visto el progreso de Irán y su desarrollo como un Estado y como un sistema político. El país y sus líderes luchan contra la opresión mundial apoyando a las poblaciones vulnerables y los movimientos libertadores”.
Hezbolá precisó que si no ha respondido hasta ahora a las acusaciones “infundadas” lanzadas en los últimos años por parte del Movimiento Futuro, ha sido solamente por “preservar la cohesión interna”.
“El mundo ha visto el progreso de Irán y su desarrollo como un Estado y un como sistema político. El país y sus líderes luchan contra la opresión mundial apoyando a las poblaciones vulnerables y los movimientos libertadores”, concluye el comunicado.
El Movimiento Futuro, liderado por Saad Hariri, es la principal fuerza política aliada del régimen de Riad en El Líbano y respalda las políticas de los Al Saud en la región.
El jefe del grupo parlamentario libanés Lealtad a Hezbolá, Mohamad Raad, dijo hace seis días que “entendemos a (expremier libanés) Saad Hariri (…) Creemos que solo los cobardes, imbéciles y títeres apoyan los crímenes que comete Arabia Saudí en Yemen y la masacre de los niños y mujeres yemeníes”.
El régimen autoritario de Al Saud, con ideología wahabí, trata de convertirse en la principal potencia de Oriente Medio y, para alcanzar su objetivo, se vale del terrorismo y de armar a los grupos extremistas en países como Irak y Siria.
Riad convenció a algunos de sus aliados regionales de iniciar, el pasado 26 de marzo, una guerra contra Yemen, donde pretende debilitar al movimiento popular Ansarolá, que, de hecho, lucha contra el grupo terrorista Al-Qaeda en el país más pobre del mundo árabe.
La nueva aventura del régimen saudí, a la que se han opuesto países cruciales de la región, como Irán, Turquía, Paquistán, Siria e Irak, se ha cobrado la vida de 2571 civiles, incluidos 381 niños menores de 15 años y 214 mujeres, cinco de ellas embarazadas