Oribe Peralta verá cumplido el sueño de cualquier delantero, dentro de la selección mexicana. El técnico del Tri lo cobijará al ataque con más chambelanes que con los que eventualmente dispone en las Águilas del América.
“Si en su equipo Oribe juega con un delantero por fuera, acá contará con 2 por los costados y uno más detrás de él, que será Giovani”, indicó Osorio.
De reojo, en ese semblante casi imperturbable, y como si acabara de despertarse de una larga siesta, por el perfecto desacomodo de su cabello, Oribe Peralta sonrió levemente en la conferencia de prensa previa al juego de hoy, cuando México se enfrente a Nueva Zelanda en el Nissan Stadium de Nashville, una ciudad que alberga a cerca de 235 mil mexicanos.
Oribe lo interpretó correctamente. Al romperredes lo rodean de más abundante arsenal, al menos, en la perspectiva y pretensiones tácticas del entrenador colombiano.
Oribe Peralta comparte la opinión de su entrenador, respecto a los encuentros ante Nueva Zelanda, que puede ser su adversario en la Copa Confederaciones de Rusia 2017.
“Podemos sacar mucho provecho. Puede ver más jugadores en la selección, en caso de que tenga lesiones tiene de dónde escoger. Para mí es de mucha utilidad”, indica Peralta.
Respecto a los eventuales cuestionamientos sobre el trabajo de Osorio y el descenso en el rendimiento en los últimos 5 juegos, Peralta aseguró que en la burbuja en la que elige vivir, no hacen mella esos comentarios.
“Las criticas siempre van a estar. No me afectan. No leo mucho sobre eso. Y además, ya sabemos que hagas o no hagas las cosas, te van a criticar. Entonces vienes a jugar lo que te gusta”, añadió.
Reacio a etiquetar con funciones únicas y estrictas de 10 al delantero del Galaxy de Los Ángeles, el técnico de la selección mexicana lo insinuó como el eje de rotación y de sus rotaciones en la cancha.
“El numero 10 es debatible. Jugamos con 5 ó 6 futbolistas de ataque. El lado ofensivo del juego de México no pasa por un solo jugador, sino por varios”, indicó.
Ante Nueva Zelanda Osorio espera soluciones
Se le pregunta sobre la posibilidad de haber aprovechado a los jugadores que “han perdido la idea de juego” y “la memoria operativa”, en partidos oficiales y que no fueron llamados para aprovecharlos en este campamento de 10 días de trabajo y 180 minutos de juego.
“Estoy de acuerdo”, dijo. “Estoy totalmente de acuerdo con esa pregunta que es su opinión, pero si no hacemos esto, cómo puedo ver el rendimiento de algunos jugadores con respecto a los que no se convocó”, subrayó Osorio. Citó como ejemplo, el querer indagar las distancias y similitudes de aporte, y la cercanía de rendimiento entre Orbelín Pineda y Héctor Herrera. O las afinidades y distancias entre Erick Gutiérrez y Andrés Guardado, o hasta dejó entrever su personal test entre Hedgardo Marín y Héctor Moreno.
En ese afán de encontrar respuestas, Juan Carlos Osorio indica que buscaría soluciones, seguramente para una tabla comparativa de sus pretensiones entre los que considera titulares y los eventuales opciones.
Defendió que para el cuerpo técnico, siempre cabe la posibilidad de aprovechar estos encuentros.
“Hay razones muy valederas para hacer estos juegos. Cinco días, 6 sesiones de trabajo, de poder ver las características de los muchachos y saber en qué posición puede jugar cada uno de ellos. Por razones estrictamente futbolísticas nos ofrece cosas importantes estos juegos”.
Información de: ESPN