Al menos 22 personas, entre ellas 14 niños, murieron hoy en un ataque aéreo cerca de una escuela en el norte de Siria, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Según la ONG, se registraron en total seis ataques aéreos cerca de la localidad de Haas, en la provincia de Idlib, al sur de la ciudad de Alepo. Todos los niños fallecidos eran alumnos de la escuela, indicó el organización afín a la oposición siria.
El director del Observatorio, Rami Abdel Rahman, dijo que los ataques fueron presumiblemente efectuados por aviones de combate rusos.
En la provincia de Idlib opera una alianza de varios grupos rebeldes, entre ellos también islamitas afines a la red terrorista Al Qaeda.
El Ejército de Turquía acusó entretanto al régimen sirio de haber lanzado el martes desde helicópteros barriles bomba sobre una zona en el norte de siria que está bajo control de milicias sunitas.
La agencia de noticias DHA citó un comunicado de las Fuerzas Armadas turcas según el cual dos combatientes de la oposición murieron y otros cinco resultaron heridos. De momento no hubo una confirmación oficial siria del ataque. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos tampoco pudo confirmar el hecho.
El Ejército turco invadió en agosto con milicias leales a Ankara el norte de Siria para luchar tanto contra el EI como contra la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG) apoyada por Estados Unidos. Las milicias proturcas lograron expulsar a los yihadistas del EI de la franja fronteriza con Turquía.
En Moscú, el Gobierno ruso aseguró hoy que, pese al fin de un cese de fuego de tres días la semana pasada, la aviación rusa no ha lanzado en los últimos días ataques contra el este de Alepo.
“Nuestros aviones no realizan vuelos allí”, dijo el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov.
El Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov, reiteró por medio de su portavoz la disposición a decretar una nueva “pausa humanitaria” en Alepo, a condición de que las organizaciones internacionales garanticen la evacuación de enfermos, heridos y civiles.
Fuente: La Jornada