Guillermo Ochoa brilló como en sus mejores épocas, tuvo atajadas extraordinarias pero no le alcanzó al Granada que cayó por la mínima diferencia ante el poderoso Barcelona.
Con las actuaciones previas del Granada se veía una goleada de escándalo pero el mexicano y el equipo lucharon durante los 90 minutos cayendo como héroes.
Luis Suárez y Neymar fueron los que más se acercaron a perforar la meta del mexicano pero Ochoa ahogó el grito de gol en al menos tres ocasiones.
Todo parecía bien en el primer tiempo pero a los 48 de tiempo corrido, Rafinha anotó luego de un disparo de Neymar al poste.
Luego del gol se pensó que el “manos de mantequilla”, como le apodaron en España al mexicano, volvería a sufrir una goleada pero se plantó en su marco y salvó unas cuantas más, sobre todo de Luis Suárez.
Granada perdió, pero vendió cara su derrota, sigue en el último lugar de la liga, pero Ochoa y su equipo ganó en confianza para los próximos compromisos.
Información de: Vanguardia