Este domingo se celebró la tercera edición de la carrera Ícaro Rock and Run en la que cerca de 600 personas recorrieron 4 kilómetros del centro de la ciudad para posteriormente disfrutar de presentaciones musicales.
Esta actividad, además de fomentar el deporte y la convivencia social, tuvo el propósito de ayudar a niños con cáncer ya que parte del dinero que se recaudo con las inscripciones de 180 pesos fue donado a una institución dedicada a poyar a estos pequeños.
La carrera también buscaba fortalecer las tradiciones mexicanas, en particular la del Día de Muertos, por lo que los participantes, desde los niños hasta los adultos mayores, debían caracterizarse como “Catrinas”.
La meta fue la Plaza de Armas donde se contó un escenario en el que se presentaron bandas locales de rock y donde se repartieron obsequios, tamales y café.