Con dos catrinas a la entrada del edificio dando la bienvenida, el Congreso del Estado celebró hoy la tradición mexicana del día de muertos, esto con un altar en honor al panista Luis H. Álvarez y su esposa, Blanquita Magrassi.
El homenaje se rindió en la planta baja de la Torre Legislativa, donde se reunieron diputados y personal del Congreso local a recordar las acciones de ambos personajes panistas, de quienes se destacó su calidad humana y apoyo a todas las personas, sin distingo partidista.
En su mensaje la presidenta del Poder Legislativo, Blanca Gámez Gutiérrez, recordó a Luis H. Álvarez como una persona congruente y sencillo. “Nunca le gustaron los protagonismos, fue de indiscutible integridad, un gran mediador velando siempre por los principios y valores “, destacó.
Recordó además varias anécdotas, donde relató que en su llegada a los edificios lo saludaban con muchísimo gusto todas las personas, “desde el bolero hasta empresarios y políticos”.
Narró también que a Don Luis le encantaba contar la historia de cómo había conocido a su esposa Blanquita, vivencia que según la diputada, les relató una y otra y otra vez, pues era algo que él realmente disfrutaba recordar y que hasta que la muerte los separó, fueron un matrimonio ejemplar, pues a más de 70 años de estar juntos, se seguían manifestando amor uno por el otro.