Kenia es un país con una fuerte tradición polígama. Tras elevarse la tasa de mortalidad infantil, en 2014 el Gobierno de este país africano aprobó una ley que permitía a los hombres casarse con más mujeres sin tener la necesidad de consultarlo con su primer esposa.
Monica Mwagicuh ha contado a la agencia EFE los terribles detalles de su vida de “pesadilla” en un matrimonio polígamo en su país. Monica, de 39 años, fue la primera esposa y su marido le prometió que no se casaría con otra, aunque este venía de una familia kikuyu polígama. Tuvieron cuatro hijos y construyeron una granja que les daba para vivir aceptablemente.
Bajo la presión de su propia familia, el esposo de Monica volvió a casarse después de seis años de matrimonio. Como evoca la mujer, el hombre la obligaba a compartir el lecho nupcial con él y su nueva esposa. Tres años más tarde, su esposo se casó nuevamente con otra mujer que ya estaba embarazada. En total, las tres mujeres sumaron diez hijos. Monica, ya que era la primera esposa, se hacía cargo de todos los deberes principales de la casa.
“Como mujer africana, no tienes derechos, no puedes decir que no. El hombre es el rey”, ha lamentado la mujer. Hace un año y medio que Monica se divorció de su marido. Pero ese matrimonio polígamo, como destaca en su entrevista, le ha dejado graves secuelas, algunas tan visibles como la cicatriz que tiene en la parte baja de la espalda, que su marido le fracturó a golpes. Además, a Monica se le ha prohibido ver a sus hijos y separado de su comunidad.
Fuente: RT