Por accidente, arqueólogos descubrieron los restos de un asentamiento humano de 49.000 años de antigüedad, en una cueva de los Montes Flinders, al sur de Australia. Esto contradice las versiones anteriores, y da paso a una nueva: los aborígenes australianos quizá se instalaron en el árido interior del país unos 10.000 años antes de lo que se pensaba.
El hallazgo se dio de una manera curiosa, ya que el arqueólogo Giles examinaba barrancas en el norte del área junto con su colega nativo Clifford Coulthard, y este último quiso ir al baño.
En la cueva se hallaron huesos de animales elaborados y piedras, así como evidencias más tempranas del uso de ocre en Australia.
Información de: Actualidad RT