Un pozo medieval que, según se creía, curaba enfermedades oculares y lavaba los pecados, ha sido descubierto cerca de Liverpool, Inglaterra, según reporta el diario local Echo.
El yacimiento, de 2×2 metros, llamado Pozo de Santa Ana en honor a la madre de María Magdalena, fue localizado gracias a una fotografía de 1983 en el que se apreciaban las piedras que conformaban su entrada.
Sin embargo, su historia no se limita a curar enfermedades: un diario inglés del siglo XVIII relata la historia de ‘una maldición’ que cayó sobre el pozo, luego de una gran disputa entre un monje y un vecino.
Según la leyenda, el vecino estaba molesto con la cantidad de espacio que el pozo ocupaba e inició un pleito para que lo cerraran. El pozo, que pertenecía a un monasterio de la localidad, fue efectivamente cerrado por un enviado del rey Enrique VIII poco tiempo después.
Enfurecido por lo sucedido, uno de los monjes tuvo una disputa con el vecino y predijo que sería castigado por su ofensa y que moriría pronto. Sin embargo, el primero en encontrar la muerte fue el propio monje, que falleció repentinamente poco después.
Esta historia, como tantas otras historias del folclore popular, pudo haber sido exagerada con el paso del tiempo, pero parece que la maldición del monje finalmente se cumplió. Al poco tiempo de su fallecimiento, el vecino con el que tuvo la disputa desapareció. Su cuerpo fue encontrado con la cabeza aplastada dentro del pozo que había hecho cerrar.
Ahora, el actual dueño de la tierra, junto con un organismo inglés de defensa del patrimonio cultural, están coordinando esfuerzos para que el pozo se mantenga expuesto al público.
Fuente: RT