La llegada al poder de Donald Trump en EE.UU. eleva la posibilidad de un ataque ruso a la OTAN, lo que pondría en riesgo el futuro de la Alianza Atlántica.
En julio pasado, el ahora presidente electo de EE.UU. advirtió que de llegar a la Casa Blanca, no garantizaría la defensa de los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), si son atacados por enemigos, entre ellos Rusia.
El multimillonario norteamericano criticaba así la negativa de los países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, a pagar su parte justa de los gastos en defensa. “Si cumplen sus obligaciones con nosotros, entonces la respuesta es sí”, afirmó entonces Trump.
Pero, esas declaraciones de Trump no caben para nada en los principios de la OTAN, según los cuales, un ataque a uno de los miembros se interpreta como un ataque a todos ellos, escribe el diario Express en su versión del miércoles.
Según la fuente, hay temores de que los comentarios de Trump hayan puesto a los referidos Estados bálticos —todos exmiembros de la antigua Unión Soviética (URSS) y ahora integrantes de la OTAN— en riesgo de un potencial ataque ruso.
No pasó desapercibido el elocuente mensaje de aplausos del Parlamento ruso ante la noticia de la victoria de Trump. Por otra parte, como un primer signo de tensión postelectoral, Moscú anunció ayer miércoles que un submarino de la OTAN trató de acercase a la flota rusa en el Mediterráneo.
“La elección de Trump (…) aumenta la probabilidad de una guerra en Europa. En particular, la Presidencia de Trump tiene implicaciones siniestras para los países bálticos y los Balcanes”, dice a Express un experto en relaciones internacionales.
En palabras de Aidan Hehir, de la Universidad de Westminster (Londres), “las perspectivas de un ataque militar de Rusia contra dichos Estados aumentan naturalmente si Moscú concluye que el compromiso de defensa colectiva de la OTAN está suspendido”.
HispanTV