¿Está en peligro uno de los volcanes más queridos por los mexicanos?

En México es común decir durante los fines de semana: “Vámonos al Nevado”.El Nevado de Toluca, cuyo nombre originario es Xinantécatl, ‘hombre desnudo’ en náhuatl, está ubicado a 117 kilómetros de la capital del país. La ciudad de Toluca se encuentra casi a sus pies.

Este volcán es, junto con el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba, una de las cumbres más visitadas del país.Su cráter, ubicado a 4.600 metros sobre el nivel del mar, atrae a turistas y deportistas todo el año, en particular en la época de frío.

Las faldas del volcán son habitadas por decenas de comunidades originarias que lo cuidan desde tiempos ancestrales.

El Nevado de Toluca tiene tal importancia -genera buena parte del agua que consume la zona central del país-, que en 1936 el presidente nacionalista Lázaro Cárdenas lanzó un decreto para convertirlo en Parque Nacional. Esta medida protegió al volcán de cualquier actividad comercial por ochenta años.

Sin embargo, el Nevado de Toluca se ve ahora envuelto en una controversia desde el 26 de septiembre de 2013. Y durante las últimas semanas, la indignación por lo que podría ocurrirle se ha generalizado.

México: Un proyecto geotérminco pone en peligro la relación ‘yin yang’ entre un bosque y una ciudad
“Recategorización”

Meses antes de que el presidente estadounidense Barack Obama y Stephen Harper, entonces primer ministro de Canadá, viajaran a la ciudad de Toluca, el volcán fue “recategorizado” por el actual presidente mexicano Enrique Peña Nieto. La protección legal que el lugar tenía como Parque Nacional cambió a un nuevo estatus: Área de Protección de Flora y Fauna.

De acuerdo con la nueva disposición presidencial, publicada el 1 de octubre del 2013, el decreto busca “implementar una política integral de desarrollo que vincule la sustentabilidad ambiental con costos y beneficios para la sociedad”.

Los habitantes de cerca de 60 pueblos ubicados en las faldas del volcán temen que este hecho pueda significar la realización de actividades como extracción de especies, el aprovechamiento de vida silvestre y actividades de producción, además de infraestructura turística.

RT entrevistó a Erik Salvador, un comunero del pueblo de Tlacotepec, el cual cuenta con una extensión de 6.719 hectáreas comunes dentro del volcán. De esas hectáreas, 3.000 son de bosque y las demás de siembra.

Tlacotepec es un pueblo viejo; cuenta una posesión virreinal de 1568. Sus tierras comunes son cuidadas por tradición. Este año, sembraron más de 300.000 árboles, una cifra histórica para la comunidad.”Desde los ochentas la comunidad inició un programa de reforestación comunitaria” cuenta Salvador.

Vista de lo que queda del Lago de Texcoco desde el cerro del TepetzincoGolpe de muerte al lago sobre el que se encontraba la legendaria México-Tenochtitlan
El comunero denuncia que, después de publicada la disposición presidencial, y ante las primeras protestas, las dependencias de Gobierno llamaron a una consulta pública en la que solo llevaron información a las comunidades, pero nunca les preguntaron su opinión.

A Salvador le preocupa que mediante el Plan de Manejo Ambiental empresarios construyan zonas de turismo de bajo impacto ambiental. Las preguntas más comunes que los habitantes del lugar se hacen son: quién va a medir el bajo impacto del turismo, quiénes serán los inversores y quiénes los beneficiarios.

Preocupación por las talas

El tema del peligro que podría existir para el Nevado de Toluca tomó fuerza en las últimas semanas de octubre de este 2016. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) presentó el 21 del mencionado mes un plan para supuestamente aprovechar el 33% de las partes boscosas del volcán.

El plan califica el lugar como de “bosques de densos y semidensos de pino y oyamel”. Su condición, dice el texto, “permite que puedan ser aprovechados, siempre que se efectúe bajo esquemas de aprovechamiento sustentable”.

Ignacio Pichardo Pagaza, antiguo gobernador del estado de México publicó en marzo de este año el libro ‘El Guardián del Valle, hacia la sustentabilidad del Nevado de Toluca’, en el que justifica la nueva medida gubernamental para “conseguir la recuperación de sus ecosistemas y garantizar su sustentabilidad a largo plazo”.

Inmediatamente, miles de personas protestaron en las redes sociales. Inclusive, una petición en la plataforma Change juntó alrededor de 30.000 firmas para pedir a Peña Nieto que el volcán vuelva a ser un Parque Nacional.

El 2 de noviembre, la Secretaría de Medio Ambiente federal envió a medios de comunicación un comunicado en el que asevera que no permitirá que 17.000 hectáreas de bosques desaparezcan.

El secretario del Medio Ambiente, Rafael Pacchiano, publicó en su cuenta de Twitter que la publicación es más bien una guía para las comunidades del volcán que enfrenten tala clandestina, plaga y cambios del uso de suelo forestal.

Los comuneros de Tlacotepec niegan esta versión, pues reiteran que el nuevo plan supuestamente cuidará el Nevado de Toluca, pero lo quitará de las manos de quienes lo han cuidado ancestralmente.

El comunero Salvador aclara que ellos han erradicado la tala en su polígono comunal. Además, están a punto de publicar con investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo que el problema de la plaga no es grave y se puede solucionar sin talar los árboles.

“Hemos buscado alternativas antes de talar un solo árbol” asevera Salvador. El comunero hace un llamado a la sociedad civil: “De repente un tema se vuelve mediático, todo mundo quiere participar, pero la última voz es de las comunidades”.

Fuente: RT