Un grupo de científicos europeos ha descubierto que la espermidina, un compuesto presente en los quesos curados y también en las leguminosas y en ciertos cereales, ayuda a las células a reparar las partes dañadas, lo que ayuda a prolongar la vida.
Según comprobaron en un momento temprano de la investigación, que ha sido publicada por la revista ‘Nature Medicine’, la espermidina alarga la vida de las moscas de la fruta y de sus larvas.
En otra fase de la investigación se dio espermidina disuelta en el agua a un grupo de roedores mientras que a otro grupo se proporcionó agua normal. Los resultados revelaron una mayor esperanza de vida en aquellos roedores que habían ingerido espermidina, manifestándose los efectos incluso en los ratones que la tomaron a una edad adulta. En los animales que comen mucho queso se observó una mejora en el funcionamiento del corazón y una reducción de la presión sanguínea.
Fuente: RT