Ver la televisión durante muchas horas al día no es bueno para la salud, hasta el punto de que muchos estudios comparan sus efectos nocivos con los del tabaco o el alcohol. Permanecer sentado durante demasiado tiempo duplica el riesgo de diabetes y también está relacionado con el aumento de enfermedades cardiovasculares. De hecho, para la Organización Mundial de la Salud, la inactividad es “el cuarto mayor asesino de adultos”, según publica ‘Uncommon Wisdom Daily’.
Ya en 2010, el estudio ‘Australian Diabetes, Obesity and Lifestyle Study’ alertó del gran riesgo que suponía la forma de ocio más extendida al llegar a casa: determinó que cada hora de televisión vista después de los 25 años de edad acortaba la esperanza de vida en casi 22 minutos. Según sus cálculos, pasar un promedio de seis horas al día enfrente del televisor puede acortar la longevidad en casi cinco años en comparación con aquellos sujetos que no tienen este hábito. El informe completo fue publicado por ‘The National Center for Biotechnology Information’.
“Si bien hemos utilizado datos de Australia, los efectos en otros países, tanto industrializados como en vías de desarrollo, pueden ser comparables, ya que en esos países dedican una cantidad de tiempo similar a ver la televisión y siguen unas pautas de enfermedad muy semejantes”, señalaron los investigadores australianos.
Literalmente, ¿nos sentamos sobre la muerte?
“Estar sentados durante periodos prolongados no es lo que la naturaleza pretendía para nosotros”, se pronunció al respecto Camelia Davtyan, profesora de Medicina y directora del Centro de Salud Femenina en la Universidad de California. El endocrinólogo James Levine, de la Facultad de Medicina de Mayo (Phoenix, Arizona), lo explicó de una forma todavía más contundente: “la silla está hecha para matarnos”.
Existe un gran consenso entre la comunidad científica: las personas que pasan gran parte de su tiempo libre viendo la televisión ven notablemente incrementadas sus posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes.
Fuente: RT