El cuarto hombre más rico del mundo, el empresario mexicano Carlos Slim, analizó que la presidencia de Donald Trump en EE.UU. puede ser positiva para su país, informó RT.
“Si Trump logra hacer crecer la economía estadounidense y los empleos, eso sería fantástico para México”, afirmó durante su participación en el foro ‘Bloomberg: México hacia 2017’. “Si Estados Unidos crece 4%, aumenta la infraestructura y si bajan los impuestos, eso es bueno”, añadió.
Desde esa perspectiva Slim le restó importancia a las declaraciones de Trump sobre la posible anulación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés). El multimillonario opinó que el país azteca debe enfocarse en su economía interna. “México debe invertir alrededor de 250.000 millones de dólares para crecer a niveles de un 5%”, subrayó. Y amplió: “Hay que enfocarnos en la inversión nacional, que es el 85% de lo que requiere el país. Eso se hace abriendo diversos proyectos para que se hagan con asociaciones públicas privadas”.
Consultado por RT, el economista argentino Pablo Wahren opinó que “a México le hizo mucho daño el neoliberalismo en general y el NAFTA en particular”. En ese sentido, el libre comercio con EE.UU. “lo que hizo fue desintegrar el entramado productivo mexicano, tanto en el sector primario como en el industrial”.
A partir de ese acuerdo de libre comercio la economía mexicana “se focalizó en producir bienes industriales para EE.UU. y ya no para su mercado interno”, añadió Wahren. Se trataba de “bienes intensivos en mano de obra y de poco valor agregado que las empresas estadounidenses preferían hacer en México para ahorrar costos pagando salarios más bajos”, explicó. Este es el caso de la ‘maquila automotriz’, que se desplazó en una porción considerable. Los mexicanos pasaron a “ensamblar autos para el mercado estadounidense sin que eso redunde en mejores salarios y empleo”, sostuvo.
Para el experto de la Universidad de Buenos Aires (UBA) esto era esperable ya que “si la industria está destinada solo para la exportación y no para el mercado interno, el salario opera solo como costo y no como factor de demanda”. Además, EE.UU. trasladó su producción a México “justamente para aprovechar salarios bajos con lo cual hay un interés claro de que esa condición se mantenga”, agregó.
Sin embargo, más allá de esta mirada optimista, la situación no deja de ser compleja. Para Wahren, el hecho de que se desarme el NAFTA ―tal como Trump plantea― “podría permitir que México se independice parcialmente pudiendo focalizarse en su mercado interno”. Esto se daría “a partir de una menor entrada de productos estadounidenses al país y un menor interés de las firmas multinacionales estadounidenses de operar bajo la lógica que lo venían haciendo”.
No obstante “el entramado productivo que EE.UU. desarmó en México a través del NAFTA no se recompone de un día para el otro”, analizó el economista. Desde su perspectiva, Washington “debería resarcir a México por los daños que generó este acuerdo que lo único que hizo fue beneficiar a las multinacionales estadounidenses”, concluyó.