El periódico español El País, publicó la historia de la niña Nadia Nerea, de 11 años y afectada por una rara enfermedad genética que según sus padres la amenaza de muerte inminente, se convirtió en un fenómeno mediático el pasado sábado a partir de la publicación de un artículo en la prensa y su posterior repercusión en las redes sociales, televisión, radios y más periódicos.
La llamada a la solidaridad dio resultado: 153.000 euros en apenas cuatro días. Es el padre de la niña, Fernando Blanco, quien da la cifra. Está contentísimo, dice por teléfono a este periódico, porque ya tiene el dinero para una supuesta operación en Houston (Estados Unidos) que le salvará la vida. Según su relato, ha viajado con Nadia a países como Guatemala, India, Panamá, Rusia, Brasil, Argentina, Finlandia, Cuba y Chile, para fichar a “los mejores especialistas” en la enfermedad, la tricotiodistrofia. Asegura incluso que la niña y él pasaron un mes en Afganistán, �bajo las bombas�, para localizar la supuesta cueva donde se escondía uno de los mayores expertos del planeta.
La operación de Nadia, una �manipulación genética prohibida en España� a través de �tres agujeros en la nuca�, sería ya la quinta, según afirma el padre. Cada una de esas supuestas intervenciones ha ido acompañada de emotivas campañas de captación de fondos.
El padre, que se presenta a veces como Fernando Drake Blanco, se llama, según su DNI, Fernando Blanco Botana. Es de Valladolid, vivió en Ibiza y Mallorca y ahora reside en un pueblecito de poco más de 200 habitantes en la comarca del Alt Urgell (Lleida), Fígols i Alinyà, con su hija y su mujer, Margarita Garau.
Fernando Blanco sostiene que los cientos de miles de euros recaudados en las diferentes campañas han servido para financiar las cuatro operaciones en EE UU, realizadas por �un neurocirujano mexicano� del que no da el nombre. Afirma que un hombre llamado Ed Brown, vinculado a la NASA y a los ganadores del Nobel de Medicina de 2013, sería el padre intelectual de estas operaciones milagrosas. Todo fue falso.