El piloto Miguel Quiroga, quien tripulaba el avión siniestrado donde viajaba el Chapecoense, era desertor de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) y enfrentaba un proceso disciplinario en la justicia militar, aseguró el ministro de Defensa de Bolivia, Reymi Ferreira.
El capitán Quiroga, que fue piloto del avión que se accidentó, tenía un juicio con la Fuerza Aérea Boliviana, incluso contaba con un mandamiento de apremio”, dijo en conferencia de prensa.
Agregó que además de Quiroga, quien estaba al mando del del vuelo 933 de LaMia que se estrelló el 29 de noviembre, hubo otros dos pilotos que presentaron amparos para evitar su detención por abandonar a la FAB, sin embargo ya había una orden para arrestar a Quiroga en Bolivia.
Ocurre que ellos recibieron una formación profesional, donde el Estado invierte, tomando en cuenta que un curso cuesta entre 40 y 50 mil dólares y de pronto a media carrera en lugar de cumplir con el acuerdo y volcar esos conocimientos y destrezas a favor de la FAB y el Estado prefieren renunciar y solicitar su baja”, argumentó. “Una vez realicen el curso, hay el compromiso de no retirarse de la institución hasta que cumpla los años de servicio respectivo”, mencionó sobre el reglamento que existe al respecto.
El ministro mencionó que “solamente los casos excepcionales son analizados por un tribunal” para que los pilotos puedan irse.
Esta situación generó acciones judiciales y quieren hacer ver a la Fuerza Aérea como si estuviera actuando prepotentemente y violando los derechos, cuando está defendiendo los intereses del Estado”, dejó en claro.
El gasto que las FAB hacen sobre un piloto le cuesta al estado boliviano cerca de 100 mil dólares, esto dado que michos de ellos son becados a Europa y Estados Unidos, principalmente.
Fuente: Excélsior