Al menos nueve personas han muerto y otras cuatro resultado heridas en Somalia como consecuencia de un ataque perpetrado por el grupo terrorista Al-Shabab, afiliado a Al-Qaeda, contra un vehículo de las Naciones Unidas en Garowe, sita en el norte de Somalia, han informado este lunes medios locales.
Según los datos iniciales, entre las víctimas se encontraban dos kenianos y siete somalíes que trabajaban en el recinto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Garowe, capital administrativa de la región somalí semiautónoma de Puntlandia. Los cuatro heridos han sido trasladados al hospital, dos de ellos en estado crítico.
Poco después del atentado, el grupo terrorista, Al-Shabab, reivindicó la autoría del ataque. “Estamos detrás del ataque de Garowe”, ha confirmado el portavoz militar de Al-Shabab, el Sheij Abdiasis Abu Musab.
De momento existen versiones contradictorias respecto al origen de la explosión, una implica que fue una coche bomba, mientras que otras fuentes indican que se trata de una bomba colocada en un autobús que transportaba a funcionarios de la ONU, esta última parece confirmarse, según se van conociendo los datos.
El representante especial de la ONU para Somalia, Nicholas Kay, condenó el ataque en su cuenta de Twitter: “Condeno el ataque de esta mañana contra la ONU en Garowe. Conmocionado y consternado por la pérdida de vidas”.
El representante especial de la ONU para Somalia, Nicholas Kay.
Cabe recordar que el pasado sábado miembros del grupo terrorista Al-Shabab asesinaron a tiros a Aden Haji Husein, legislador de la región semiautónoma de Puntlandia, en Mogadiscio, capital de Somalia.
El mismo grupo extremista atacó el pasado 2 de abril la Universidad de Garissa, en el este de Kenia, incidente en el que murieron al menos 148 personas y más de 70 resultaron heridas.
Una persona herida durante el ataque del Al-Shabab contra la universidad de Garissa.
El Gobierno de Kenia dijo al respecto el domingo que no cederá ante las amenazas terroristas y prometió dar una respuesta “contundente” al brutal ataque.
Desde 2006, Al-Shabab, aprovechando la debilidad del Gobierno central, lleva a cabo ataques en el territorio somalí, en particular contra los edificios oficiales, en un intento para desestabilizar a este país situado en el este de África.