Ryan Reynolds:
(Vancouver, 1976). Casado y divorciado de Scarlett Johansson; casado con Blake Lively desde 2012.
> Su momento 2016. Conseguir, a golpe de terquedades llevar a la pantalla a su personaje de cómic favorito, Deadpool. Parecía que Reynolds jamás iba a pasar en su vida de ser lo que en Hollywood llaman ‘toyboy’: que si el tipo con el que iba a las galas Sandra Bullock, que si Scarlett Johansson, que si Blake Lively… Pero Ryan no estaba dispuesto a conformarse con ser “el chico de” ni a hundirse en el desastre de la película ‘Linterna verde’. Se entercó hasta que Marvel accedió a poner en marcha su proyecto más osado: llevar a la gran pantalla a Deadpool, su superhéroe más irreverente. Y el resultado fue fascinante: desde esa primera escena en la que un villano le mete una bala por el recto, Deadpool/Ryan se convirtió en el personaje de cómic del año. Normal que ya prepare la secuela.
Jude Law:
(Londres, 1972). Cinco hijos de tres relaciones. Sin novia conocida en los últimos tiempos.
> Su momento 2016. Ha encarnado al Papa “más asombrosamente guapo” de la historia. ¡Ojo, que lo dice su personaje, no nosotros! Jude Law es Pío XIII a las órdenes de Paolo Sorrentino en la serie ‘The Young Pope’. Adicto a la Coca Cola Light y al tabaco, con una acusada tendencia al sadismo en lo que a las relaciones laborales se refiere, el Papa Law consigue seducir a ellos y ellas.
Jamie Dornan:
(Irlanda del Norte, 1982) o, mejor dicho, Mr Grey. Aunque en su estado civil leemos que es el marido de Amelia Warner.
> Su momento 2016. Introductor global del sadomaso ‘light’ y el porno vainilla en el planeta Tierra. Lo que llegaron a protestar las lectoras cuando se eligió a Jamie como Christian Grey… y lo encantadas que están ahora. Apenas falta mes y medio para ver la segunda adaptación de la trilogía ‘50 sombras’ (‘50 sombras más oscuras’ se estrena en febrero) y su nombre ya está hasta, y esto es totalmente cierto, en las hamburguesas. Por el camino, Dornan se ha revelado como una estrella discreta y cercana, y un gran actor, tal y como queda patente en la serie ‘La caza (The Fall)’. Su presencia sin duda ha modificado nuestras relaciones sexuales… para bien… aunque más de uno haya perdido la llave de las dichosas esposas.
Peter Dinklage:
(Nueva Jersey, 1969), aunque ya todos lo conocemos como Tyrion, de ‘Game of Thrones’. Casado con la directora de teatro Erica Schmidt.
> Su momento 2016. Convertirse en la Mano de la Reina de Khaleesi. El tamaño no importa y, si no, que se lo digan al diminuto Tyrion (1,35), capaz de ganarse la confianza de Daenerys hasta manejar a los dragoncitos sin que lo quemen vivo. Mientras rueda, además, Dinklage se divierte de lo lindo, como hemos podido comprobar en su visita cervecera al sevillano estadio Sánchez Pizjuán. ¡A ver con qué nos sorprende en la séptima temporada!
Pedro Pascal:
(Santiago de Chile, 1975). Estado civil desconocido.
> Su momento 2016. Acabar con el Cartel de Cali y Pablo Escobar en ‘Narcos’ y, de paso, encamarse con media Colombia. Como Javier Peña, el agente de la DEA encargado de acabar con el Patrón del Mal, Pablo Escobar, en la serie de Netflix ‘Narcos’, Pascal ha paseado un pelazo grasiento por las pantallas de todo el mundo. Cargado de hombros, despreciado por sus compañeros yanquis, con una calma que se torna ira asesina cuando es preciso, Peña es el gran papel que Pedro Pascal estaba esperando tras sus apariciones en ‘Juego de tronos’ (como Obertyn Martell/Víbora Roja) o ‘Ley y Orden’. Sin duda y por aclamación, el actor latino con más repercusión en 2016.
Ed Harris:
(Nueva Jersey, 1950). Casado desde 1993 con la actriz Amy Madigan.
> Su momento 2016. Cuando es bueno, es bueno; cuando es el archivillano de la serie ‘Westworld’, es mucho mejor. La nueva joya de HBO es un poco la versión de la película de 1973 en la que está inspirada, pero Harris brilla como salvaje torturador de androides. De negro impoluto como Johnny Cash, anónimo como si de un personaje de Sergio Leone se tratara, lo mismo se deja disparar por los ingenuos robots que le arranca la cabellera a uno de ellos para que le diga dónde está el secreto de su circuito integrado. ¿El personaje más detestable de la televisión en 2016? Desde luego que sí, y nos encanta.
Dwayne ‘The Rock’ Johnson:
(California, 1972). Novio de Lauren Hashian.
> Su momento 2016. El músculo con sentido del humor. Probablemente, The Rock sea el actor que más ha trabajado en 2016, y los frutos se verán en 2017: la enésima secuela de ‘A todo gas’, la tercera de ‘Viaje al centro de la Tierra’, el ‘remake’ de ‘Jumanji’ y, sobre todo, la adaptación a la gran pantalla de ‘Los vigilantes de la playa’. En todas ellas Johnson exhibirá sus bíceps pétreos, pero es en esta última donde veremos los músculos de The Rock que más nos gustan: los que hacen que se dibuje una sonrisa en su rostro. Dotado de un indudable sentido del humor y de la autoparodia, Baywatch puede incluir la sonrisa como una rutina más en los gimnasios… que falta les hace.
Tom Hiddleston:
(Londres, 1981). Compuesto y sin novia.
> Su momento 2016. ¡Arrodillense ante la sesión de calzoncillos del año! Corría junio de 2016 y Tom-Tom estaba a punto de llegar a la cima del mundo: había enamorado a Taylor Swift, sonaba como nuevo Bond, y Mona Kuhn inmortalizaba los calzoncillos Armani de Hiddleston. Desde David Beckham ninguna sesión masculina había despertado tantos comentarios. El año ha acabado regular para Hiddleston: dicen que Taylor salió por piernas cuando conoció a su posible suegra y Daniel Craig ha renovado como Bond, pero nadie le podrá quitar a Hiddlestone su retrato en paños menores.
Bruce Springsteen:
(Nueva Jersey, 1949). Casado con Patti Scialfa desde 1991, miembro de la E Street Band.
> Su momento 2016. Hay que ser muy valiente para confesar que te sientes como “una mierda” (lo dijo literal). El hombre de la energía inacabable resultó ser un mortal. Eso nos contó en sus reveladoras memorias, ‘Born to run’, publicadas este año. En concreto, cuenta que desde que cumplió los 60, por más que haya seguido girando con sus maratonianos conciertos, está luchando contra una depresión. Sexo, drogas y depresión… Los gladiadores también son vulnerables.