Un grupo de unos 500 manifestantes irrumpió esta tarde en la oficina del gobernador Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, quebró un vidrio de la entrada y en el recibidor lo llamó “¡Ratero!”, por faltar a su palabra de reducir el próximo año el impuesto a la tenencia vehicular.
Al momento de la manifestación, “El Bronco” se encontraba fuera de la entidad, pero eso no impidió que fuera denostado por personas que demandaban su salida y se decían decepcionadas por el incumplimiento de sus promesas de campaña.
Fue una jornada de protestas en la Macroplaza, que inició a las 13:00 horas en el exterior del Congreso de Nuevo León donde la concentración, encabezada por Gilberto Lozano González, presidente del Congreso Nacional Ciudadano (CNC), se plantó a la entrada de la sede legislativa y desplegó una manta con los rostros de todos los diputados, así como la de “El Bronco”, con la leyenda: “Los Judas traidores de Nuevo León. Ali Babá y los 42 ladrones”.
Había otra manta en la que se leía: “Los diputados son peores que Trump. Roban al pueblo para satisfacer sus ambiciones. Muertos de hambre”.
El activista llamó a la ciudadanía a abstenerse de pagar el impuesto predial y el de la tenencia vehicular, como una de forma de presionar al mandatario y a los legisladores para que deroguen el paquete fiscal 2017 que agrega considerables cargas impositivas para la ciudadanía.
En el acto, simpatizantes del CNC recabaron firmas para solicitar la revocación de mandato de la Legislatura y del gobernador nuevoloenés.
En la calle, sobre la avenida Zaragoza, los automovilistas expresaban aprobación a la protesta haciendo sonar el claxon.
“¡Bronco, traidor!”, coreaban los convocados.
En la explanada del Congreso fue quemada una piñata en forma de Mickey Mouse, que tenía pegadas imágenes del gobernador. Varios jóvenes colocaron cadenas en las vallas de protección de la entrada para clausurar simbólicamente el edificio.
Unos 30 minutos después, fueron arrojados tomates a la manta donde estaban las imágenes de los diputados y del gobernador.
La manifestación, luego, enfiló al Palacio de Gobierno, ubicado a unos 100 metros de distancia, también en terrenos de la Macroplaza.
La multitud entró al patio central de la sede del Poder Ejecutivo estatal. Los policías que resguardan el inmueble, donde hay un museo y se le da acceso libre a la ciudadanía, tenían la orden de abstenerse de intervenir y observaron cómo la planta baja se llenó de personas que coreaban: “¡Fuera El Bronco!”.
“¿Dónde estás, Bronco? ¡Atiéndenos!”, demandaba al micrófono Lozano, quien pedía a la ciudadanía que externara su repudio al primer gobernador independiente en la historia partidista de México.
Los presentes, entonces, decidieron subir al segundo piso, donde está la oficina del gobernador. Varios abordaron al director de gobierno, Genaro Alanís, al que le demandaban que les entregara las llaves del despacho, con el argumento de que el Palacio es la casa del pueblo.
Ante la negativa caminaron a la entrada de la oficina. Ahí había un oficial de Fuerza Civil, que resguardaba el acceso. Los inconformes empujaron la puerta y rompieron un cristal de la entrada. El uniformado, con las manos en alto, no hizo esfuerzo por repelerlos.
En el recibidor, donde había una recepcionista, los manifestantes corearon: “Nosotros te pusimos, nosotros te quitamos”. Uno de ellos, envalentonado, se subió al mostrador y gritó: “¡Da la cara, rata!”. Hubo empujones cuando algunos ciudadanos pretendieron ingresar al área de oficinas, pero fueron contenidos por los policías que únicamente impidieron con sus cuerpos el avance.
Abajo, en el patio, los ciudadanos que tomaban el micrófono se referían a Rodríguez como “desgraciado”, “pocohombre”, “rajón”.
En Palacio se encontraba el secretario general de Gobierno, Manuel González, quien se abstuvo de atender a los inesperados visitantes.
Unos 20 minutos después, la oficina de “El Bronco” fue voluntariamente desalojada por los manifestantes, que se cansaron de hablar.
En el patio fue transportada la piñata semiquemada, a la que volvieron a prenderle fuego.
Lozano, quien lideró toda la manifestación, pidió a la ciudadanía que en el juego de vuelta de la final del futbol mexicano, entre Tigres y América, que se llevará a cabo el domingo en el Estadio Universitario de Nuevo León, los aficionados abucheen a “El Bronco” cuando lo vean.
Las protestas contra el gobernador de Nuevo León surgen porque, en campaña, prometió que eliminaría el cobro de la tenencia vehicular. El año pasado acordó que la reduciría en un 20% en el 2016, luego en un 50% en el 2017 y la desaparecería por completo en el 2018.
Sin embargo, pidió a los diputados que no hicieran el descuento del año entrante, para seguir cobrando el 80% del gravamen, debido a que las arcas de Nuevo león están quebradas y requiere recursos para contratar mil policías más, y dar manutención a elementos de la gendarmería y soldados que hacen trabajo preventivo en la entidad.
Los diputados consideran que el cobro del impuesto no afectará a las clases populares, pues será cobrado a los propietarios de 180 mil coches de modelo reciente, de un parque vehicular de más de un millón.