A través de un comunicado oficial, Allan Rubin dio a conocer que su madre, la astrofísica Vera Rubin, murió a los 88 años durante la noche del domingo de causas naturales. Ella fue mayormente reconocida en el mundo de la ciencia por sus múltiples aportaciones, la más importante, el descubrimiento de la materia obscura.
A mediados del siglo XX, Rubin reconoció que las galaxias no se movían de acuerdo a los establecido por estudios previos, señaló que esto se debía a una fuerza desconocida hasta ese momento que permitía que todos los elementos de este grupo estelar permaneciera unido, a pesar de sus movimientos erráticos y a gran velocidad.
Le llamó a ese elemento extraño “materia obscura”. Estudios posteriores validaron su teoría, al descubrirse que el universo conocido está conformado por un 27% de este tipo de materia, en contra de un 5% de materia normal. Sin embargo, hasta este momento no se ha podido definir muy bien lo que es.
Ella estuvo interesada en el estudio espacial desde que era una niña, por ello su padre le construyó su primer telescopio y la llevó a conocer a varios astrónomos. En 1948 se graduó en astronomía del Vassar College, consiguió una maestría en la Cornell University (después de ser rechazada de Princeton, porque la institución no permitía mujeres en su programa de astronomía), para finalmente doctorarse en la Georgetown University, donde se desempeñó como profesora.
Fuente: SDO Noticias